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Mateo 24:15 - Biblia Torres Amat 1825

15 Según esto, cuando veáis que está establecida en el lugar santo la abominación desoladora que predijo el profeta Daniel (quien lea esto, nótelo bien),

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Biblia Reina Valera 1960

15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 »Llegará el día cuando verán de lo que habló el profeta Daniel: el objeto sacrílego que causa profanación de pie en el Lugar Santo. (Lector, ¡presta atención!).

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Cuando ustedes vean lo anunciado por el profeta Daniel: el ídolo del invasor instalado en el Templo (que el lector sepa entender),

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación, dicha por el profeta Daniel, puesta en el lugar santo (el que esté leyendo,° entienda),

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, la anunciada por el profeta Daniel, instalada en el lugar santo -entiéndalo bien el que lee-,

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Mateo 24:15
19 Referans Kwoze  

Y ved aquí una señal, dice el Señor, de que yo he de castigaros en este lugar, para que conozcáis que verdaderamente se cumplirán mis palabras contra vosotros para vuestro castigo.


Y me dijo este varón: Hijo de hombre, mira atentamente con tus ojos, y aplica bien tus oídos para escuchar, y deposita en tu corazón todas las cosas que yo te mostraré; porque para que se te manifiesten has sido tú conducido acá, cuenta a la casa de Israel todo cuanto ves.


Entre éstos, pues, se hallaron de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Azarías.


Y los brazos de los prevaricadores estarán de su parte, y contaminarán el santuario de la fortaleza, y quitarán el sacrificio perenne, y sustituirán la abominación de la desolación.


Y desde el tiempo en que sea quitado el sacrificio perpetuo, y sea entronizada en el templo la abominación de la desolación, pasarán mil doscientos noventa días.


La orden se me dio desde luego que te pusiste a orar, y yo vengo para mostrártela; porque tú eres un varón de ardientes deseos. Atiende, pues, tú ahora a mis palabras, y entiende la visión.


Sábete, pues, y nota atentamente: Desde que salga la orden o edicto para que sea reedificada Jerusalén , hasta el Mesías príncipe, pasarán siete semanas, y sesenta y dos semanas; y será nuevamente edificada la plaza, o ciudad, y los muros en tiempos de angustia.


Y el Mesías afirmará su nueva alianza en una semana con muchos fieles convertidos; y a la mitad de esta semana cesarán las hostias y los sacrificios; y estará en el tiempo la abominación de la desolación; y durará la desolación hasta la consumación y el fin del mundo.


en aquel trance los que moran en Judea huyan a los montes;


Cuando viereis la abominación de la desolación, establecida donde menos debiera (el que lea esto, haga reflexión), entonces los que moran en Judea, huyan a los montes;


La lástima es que vendrán unos días sobre ti, en que tus enemigos te circunvalarán, y te rodearán, y te estrecharán por todas partes,


Mas, cuando viereis a Jerusalén estar cercada por un ejército, entonces tened por cierto que su desolación está cerca.


Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y arruinarán nuestra ciudad y la nación.


¡Favor, israelitas!, éste es aquel hombre que, sobre andar enseñando a todos, en todas partes, contra la nación, contra la ley, y contra este santo lugar, ha introducido también a los gentiles en el templo, y profanado este lugar santo.


y produjeron testigos falsos que afirmasen: Este hombre no cesa de proferir palabras contra este lugar santo y contra la ley;


Pues si la ley promulgada por los ángeles fue firme, y toda trasgresión y desobediencia recibió el justo castigo que merecía,


Juan a las siete iglesias del Asia Menor. Gracia y paz a vosotros, de parte de aquel que es, y que era, y que ha de venir, y de parte de los siete espíritus, que asisten ante su trono,


Después de esto miré; y he aquí que en un éxtasis vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta que hablaba conmigo, me dijo: Sube acá, y te mostraré las cosas que han de suceder en adelante.


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