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Mateo 21:37 - Biblia Torres Amat 1825

37 Por último les envió a su hijo, diciendo para consigo: A mi hijo, por lo menos, le respetarán.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

37 Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 »Finalmente, el dueño envió a su propio hijo porque pensó: “Sin duda, respetarán a mi hijo”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 Por último envió a su hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 Finalmente, les envió a su hijo, pensando: Respetarán a mi hijo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'.

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Mateo 21:37
13 Referans Kwoze  

Pues ahora os diré claramente lo que voy a hacer con mi viña: Le quitaré su cerca, y será talada, derribaré su tapia, y será hollada.


por si tal vez los hijos de la casa de Judá, oyendo todos los males que yo pienso enviarles, se convierte cada uno de su pésimo proceder, de suerte que pueda yo perdonarles sus maldades y pecados.


Y dije: Por fin, oh Israel, me temerás y recibirás mi amonestación, a fin de que tu casa no sea arruinada por causa de todas las culpas, por las cuales te castigué. Pero tus hijos pusieron su conato en pervertir todos sus afectos.


Por segunda vez envió nuevos criados en mayor número que los primeros, y los trataron de la misma manera.


Pero los renteros, al ver al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y nos alzaremos con su herencia.


Y se oyó una voz del cielo que decía: Este es mi hijo amado, en quien he puesto toda mi complacencia.


En fin, a un hijo único que tenía y a quien amaba tiernamente, se lo envió también el último, diciendo: Respetarán al menos a mi hijo.


Dijo entonces el dueño de la viña: ¿Qué haré ya? Enviaré a mi hijo querido; quizá cuando le vean, le tendrán más respeto.


A Dios nadie le ha visto jamás: El hijo unigénito, existente desde siempre en el seno del Padre, él mismo es quien le ha hecho conocer a los hombres.


Yo le he visto; y por eso doy testimonio de que él es el Hijo de Dios.


Que amó tanto Dios al mundo, que no paró hasta dar a su hijo unigénito; a fin de que todos los que creen en él, no perezcan, sino que vivan vida eterna.


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