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Mateo 17:2 - Biblia Torres Amat 1825

2 se transfiguró en su presencia; de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la nieve.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Mientras los hombres observaban, la apariencia de Jesús se transformó a tal punto que la cara le brillaba como el sol y su ropa se volvió tan blanca como la luz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 A la vista de ellos su aspecto cambió completamente: su cara brillaba como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y fue transfigurado° ante ellos,° y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se hicieron blancas como la luz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Y allí se transfiguró delante de ellos: su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.

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Mateo 17:2
17 Referans Kwoze  

cubierto estás de luz, como de un ropaje. Extendiste los cielos como un pabellón o cortina,


No lo advertí, se conturbo mi alma por figurarme que oía los carros de Aminadab.


Seis días después tomó Jesús consigo a Pedro, y a Santiago, y a Juan su hermano; y subiendo con ellos solos a un alto monte,


Y al mismo tiempo les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.


Su semblante brillaba como el relámpago, y era su vestidura blanca como la nieve.


de forma que sus vestidos aparecieron resplandecientes, y de un candor extremado como la nieve, tan blancos que no hay lavandero en el mundo que así pudiese blanquearlos.


Y mientras estaba orando, apareció diversa la figura de su semblante, y su vestido se volvió blanco y refulgente.


Y el Verbo se hizo carne; y habitó en medio de nosotros; y nosotros hemos visto su gloria, gloria que el Unigénito debía recibir del Padre, lleno de gracia y de verdad.


¡Oh Padre!, yo deseo ardientemente que aquellos que tú me has dado, estén conmigo allí mismo donde yo estoy para que contemplen mi gloria, cual tú me la has dado; porque tú me amaste desde antes de la creación del mundo.


Y no queráis conformaros con este siglo, antes bien transformaos con la renovación de vuestro espíritu; a fin de acertar qué es lo bueno, y lo más agradable, y lo perfecto que Dios quiere de vosotros.


el cual tenía en su mano un librito abierto, y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra,


Después vi un gran solio reluciente, y a uno, esto es, a Jesucristo, sentado en él, a cuya vista desapareció la tierra, y el cielo, y no quedó nada de ellos.


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