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Marcos 8:13 - Biblia Torres Amat 1825

13 Y dejándolos, se embarcó otra vez pasando a la ribera opuesta.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 Y dejándolos, volvió a entrar en la barca, y se fue a la otra ribera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Luego regresó a la barca y los dejó y cruzó al otro lado del lago.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Y dejándolos, subió a la barca y se fue al otro lado del lago.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y dejándolos, se embarcó° de nuevo y se fue a la ribera opuesta.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Y volviéndoles la espalda, se embarcó otra vez y se fue a la otra orilla.

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Marcos 8:13
15 Referans Kwoze  

Y así los abandoné, dejándolos ir en pos de los deseos de su corazón, y seguir sus devaneos.


Si te preguntare, pues, este pueblo, o un profeta, o un sacerdote, burlándose de ti, y te dijere: Vaya, ¿cuál es la carga o duro vaticinio que nos anuncias de parte del Señor?, le responderás: La carga sois vosotros; y yo, dice el Señor, os arrojaré lejos de mí.


Efraín ha hecho alianza con los ídolos: apártate de él tú, ¡oh Judá!


Y aun cuando llegaren a criar sus hijos, yo haré que queden sin ellos en este mundo. ¡Ay de ellos cuando yo llegue a abandonarlos enteramente!


Dejadlos; ellos son unos ciegos que guían a otros ciegos; y si un ciego se mete a guiar a otro ciego, ambos caen en el hoyo.


No deis a los perros las cosas santas, ni echéis vuestras perlas a los cerdos; no sea que las pisoteen con sus pies, y se vuelvan contra vosotros y os despedacen.


Mas Jesús , arrojando un suspiro de lo íntimo del corazón, dijo: ¿Por qué pedirá esta raza de hombres un prodigio? En verdad os digo, que a esa gente no se le dará el prodigio que pretende.


Habiéndose olvidado los discípulos de hacer provisión de pan, no tenían más que un solo pan consigo en la barca.


Entonces todos los gerasenos a una le suplicaron que se retirase de su país; por hallarse sobrecogidos de gran espanto. Subiendo, pues, Jesús en la barca, se volvió.


mientras tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de la luz. Estas cosas les dijo Jesús ; y fue, y se escondió de ellos.


Les dijo Jesús en otra ocasión: Yo me voy, y vosotros me buscaréis, y vendréis a morir en vuestro pecado. Adonde yo voy, no podéis venir vosotros.


Pero como éstos le contradijesen, y prorrumpiesen en blasfemias, sacudiendo sus vestidos, les dijo: Recaiga vuestra sangre sobre vuestra cabeza; yo no tengo la culpa. Desde ahora me voy a predicar a los gentiles.


embarcándonos en una nave de Adrumeto, nos hicimos a la vela, empezando a costear las tierras de Asia, acompañándonos siempre Aristarco, macedonio de Tesalónica.


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