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Marcos 7:21 - Biblia Torres Amat 1825

21 porque del interior del corazón del hombre es de donde proceden los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Pues de adentro, del corazón de la persona, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, el robo, el asesinato,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Los pensamientos malos salen de dentro, del corazón: de ahí proceden la inmoralidad sexual, robos, asesinatos,

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos: fornicaciones, hurtos, homicidios,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Porque de lo interior, del corazón de los hombres, proceden las malas intenciones, fornicaciones, robos, homicidios,

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Marcos 7:21
37 Referans Kwoze  

Viendo, pues, Dios ser mucha la malicia de los hombres en la tierra, y que todos los pensamientos de su corazón se dirigían al mal continuamente,


Y el Señor se complació en aquel olor de suavidad y dijo: Nunca más maldeciré la tierra por las culpas de los hombres, atento a que los sentidos y pensamientos del corazón humano están inclinados al mal desde su mocedad; no castigaré, pues, más a todos los vivientes como he hecho.


¿Quién podrá volver puro al que de impura simiente fue concebido? ¿Quién sino tú solo?


¿Cómo se puede justificar el hombre comparado con Dios, o aparecer limpio el nacido de mujer?


Inclina mi corazón a tus testimonios, y no le dejes ir en pos de la codicia.


Dijo en su corazón el insensato: No hay Dios. Los hombres se han corrompido, y se han hecho abominables por seguir sus pasiones; no hay quien obre bien, no hay uno siquiera.


Todos se han extraviado, todos a una se hicieron inútiles; no hay quien obre bien, no hay siquiera uno. Su garganta es un sepulcro destapado; con sus lenguas están forjando fraudes; debajo de sus labios hay veneno de áspides. Llena está su boca de maldición y de amargura; sus pies son ligeros para ir a derramar sangre. Todos sus procederes se dirigen a afligir y oprimir al prójimo; nunca conocieron el sendero de la paz; no hay temor de Dios ante sus ojos.


Se estragaron los hombres y se han hecho abominables por sus maldades. No hay quien obre el bien.


Pero todos se han descarriado; se han hecho igualmente inútiles; no hay quien obre bien, ni uno siquiera.


Derribará el Señor la casa de los soberbios, y mantendrá segura la heredad de la viuda.


Guarda tu corazón con toda vigilancia, porque de él mana la vida.


Pecado hemos y mentido contra el Señor, y hemos vuelto las espaldas por no seguir a nuestro Dios, y sí para calumniar y cometer maldades; concebimos y proferimos del corazón palabras de mentira.


Sus pies corren a la maldad y se apresuran a derramar la sangre inocente; pensamientos nocivos son todos sus pensamientos. Por doquiera que pasan, dejan la desolación y el quebranto.


Y todavía vosotros lo habéis hecho peor que vuestros padres; pues está visto que cada uno sigue la corrupción de su corazón depravado, por no obedecerme a mí.


Pero ¡ah!, perverso y falaz es el corazón de todos los hombres, e impenetrable: ¿quién podrá conocerlo?


Lava, pues, ¡oh Jerusalén !, tu corazón de toda malicia, si quieres salvarte. ¿Hasta cuándo tendrán acogida en ti los pensamientos nocivos o perversos?


Esto dice el Señor Dios: En aquel día formarás en tu corazón altivos pensamientos, y maquinarás perversos designios;


Porque del corazón es de donde salen los malos pensamientos, los homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.


Mas Jesús , viendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?


Mas las cosas, decía, que salen del corazón del hombre, ésas son las que manchan al hombre;


los hurtos, las avaricias, las malicias, los fraudes, las deshonestidades, la envidia y mala intención, la blasfemia o maledicencia, la soberbia, la estupidez o la sinrazón.


Mas Jesús les dijo: Vosotros os vendéis por justos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que parece sublime a los ojos humanos, a los de Dios es abominable.


¿Quién te quitaba el conservarlo? Y aunque lo hubieses vendido, ¿no estaba su precio a tu disposición? ¿Pues a qué fin has urdido en tu corazón esta trampa? No mentiste a hombres, sino a Dios.


Por tanto haz penitencia de esta perversidad tuya, y ruega de tal suerte a Dios, que te sea perdonado ese desvarío de tu corazón.


Pues cuando vivíamos según la carne, las pasiones de los pecados, excitadas por ocasión de la ley, mostraban su eficacia en nuestros cuerpos, en hacerles producir frutos para la muerte;


Mas el pecado, o el deseo de éste, estimulado con ocasión del mandamiento que lo prohíbe, produjo en mí toda suerte de malos deseos. Porque sin la ley el pecado de la codicia estaba como muerto.


Haced morir, pues, los miembros del hombre terreno que hay en vosotros; la fornicación, la impureza, las pasiones deshonestas, la concupiscencia desordenada y la avaricia, que todo viene a ser una idolatría;


Pero después que Dios, nuestro salvador , ha manifestado su benignidad y amor para con los hombres,


Oíd, hermanos míos muy amados: ¿No es verdad que Dios eligió a los pobres en este mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino que tiene prometido a los que le aman?


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