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Marcos 4:3 - Biblia Torres Amat 1825

3 Escuchad: Haced cuenta que salió un sembrador a sembrar;

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 «¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Escuchen esto: El sembrador salió a sembrar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Oíd: He aquí el sembrador salió a sembrar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 'Escuchad: salió el sembrador a sembrar.

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Marcos 4:3
29 Referans Kwoze  

Venid, hijos, escuchadme, que yo os enseñaré el temor del Señor.


Escucha, ¡oh hija!, y considera. y presta atento oído, y olvida tu pueblo y la casa de tu padre.


Ahora, pues, hijo mío, escúchame, y atiende bien a lo que te digo:


Ahora, pues, ¡oh hijos!, escuchadme: bienaventurados los que siguen mis caminos.


Siembra, pues, tu simiente desde la mañana de tu vida, y no levantes por la tarde tu mano de la labor, pues no sabes qué nacerá primero, si esto o aquello, que si naciere todo a un tiempo, tanto mejor.


Oídme vosotros, corazones endurecidos, que tan lejos estáis de la justicia.


Escuchadme, ¡oh casa de Jacob !, y vosotros todos, restos de la casa de Israel, a quienes llevo en mi seno, y traigo en mis entrañas.


Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena simiente en su campo.


Estando ya el trigo en hierba y apuntando la espiga, se descubrió asimismo la cizaña.


al cual habló de muchas cosas por medio de parábolas, diciendo: Salió una vez cierto sembrador a sembrar;


Escuchad: El sembrador es el que siembra la palabra.


Y les enseñaba muchas cosas, usando parábolas, y les decía así conforme a su manera de enseñar:


Quien tiene buenos oídos, entiéndalo.


y al esparcir el grano, parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y lo comieron.


Y les decía: Quien tiene oídos para oír, escuche y reflexione.


Entonces Pedro presentándose con los once apóstoles, levantó su voz y les habló de esta suerte: ¡Oh vosotros judíos, y todos los demás que moráis en Jerusalén !, estad atentos a lo que voy a deciros, y escuchad bien mis palabras.


Ahora bien, ¡oh Israel!, escucha los ritos y las leyes que yo te enseño, para que con su observancia tengas vida, y entres en posesión de la tierra que el Señor Dios de vuestros padres os ha de dar.


Vosotros, al contrario, habéis afrentado al pobre. ¿No son los ricos los que os tiranizan, y no son ésos mismos los que os arrastran a los tribunales?


Así mismo al ángel de la iglesia de Pérgamo escríbele: Esto dice el que tiene en su boca la espada afilada de dos filtros:


Al ángel de la iglesia de Sardis escríbele también: Esto dice el que tiene a su mandar los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Yo conozco tus obras y que tienes nombre de viviente, y estás muerto.


Escribe también al ángel de la iglesia de Esmirna: Esto dice aquel que es el primero y el último, que fue muerto, y está vivo:


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