Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Lucas 9:32 - Biblia Torres Amat 1825

32 Mas Pedro y sus compañeros se hallaban cargados de sueño. Y despertando vieron la gloria de Jesús y a los dos personajes que le acompañaban.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Pedro y los otros se durmieron. Cuando despertaron, vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres de pie junto a él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Un sueño pesado se había apoderado de Pedro y sus compañeros, pero se despertaron de repente y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

32 Y Pedro y los que estaban con él se hallaban cargados de sueño, pero habiéndose sacudido el sueño, vieron su gloria, y a los dos varones que estaban con Él.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero se despertaron y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que con él estaban.

Gade chapit la Kopi




Lucas 9:32
13 Referans Kwoze  

Ya no necesitarás sol que te dé luz durante el día, ni te alumbrará el esplendor de la luna; sino que el Señor mismo será la sempiterna luz tuya, y tu gloria o claridad el mismo Dios tuyo.


Y oía yo el sonido de sus palabras; y mientras tanto yacía boca abajo, todo atónito, y mi rostro continuaba pegado al suelo;


Y mientras él me hablaba, yo caí sobre mi rostro al suelo; mas él me tocó y me hizo volver a mi anterior estado.


Y habiendo vuelto, los encontró de nuevo dormidos (porque sus ojos estaban cargados de sueño) y no sabían qué responderle.


Y el Verbo se hizo carne; y habitó en medio de nosotros; y nosotros hemos visto su gloria, gloria que el Unigénito debía recibir del Padre, lleno de gracia y de verdad.


¡Oh Padre!, yo deseo ardientemente que aquellos que tú me has dado, estén conmigo allí mismo donde yo estoy para que contemplen mi gloria, cual tú me la has dado; porque tú me amaste desde antes de la creación del mundo.


porque al recibir de Dios Padre aquel glorioso testimonio, cuando desde la nube en que apareció con tanta brillantez la gloria de Dios, descendió una voz que le decía: Este es mi Hijo amado, en quien estoy complaciéndome, escuchadle,


Entretanto, quien tiene tal esperanza de él, se santifica a sí mismo, así como él es también santo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite