Lucas 10:2 - Biblia Torres Amat 1825

² Y les decía: La mies de la verdad es mucha, mas los trabajadores pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Y les dio las siguientes instrucciones: «La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Les dijo: 'La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Y les decía: En verdad la mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad pues al Señor de la mies, para que envíe obreros a su mies.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Y les decía: 'La mies es mucha, pero pocos los obreros; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

Lucas 10:2 Referans Kwoze

1 Reyes 18:22

De nuevo dijo Elías al pueblo: He quedado yo solo de los profetas del Señor; cuando los profetas de Baal son en número de cuatrocientas cincuenta personas.

Salmos 68:11

El Señor dará palabras a los que anuncian con valor la buena nueva.

Jeremías 3:15

Y os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con la ciencia y con la doctrina.

Zacarías 11:17

¡Oh pastor, más bien fantasma de pastor, que desamparas la grey! La espada de la divina venganza le herirá en el brazo y en su ojo derecho, su brazo se secará y quedará árido; y cubierto de tinieblas, su ojo derecho se oscurecerá.

Zacarías 11:5

a las cuales sus dueños enviaban a la muerte, sin compadecerse de ellas, y las vendían diciendo: Bendito sea el Señor, nosotros nos hemos hechos ricos. Y aquellos pastores suyos no tenían compasión de ellas.

Números 11:17

y descenderé yo, y te hablaré, y yo tomaré de tu espíritu, y lo comunicaré a ellos para que sostengan contigo la carga del pueblo, y no te sea demasiado grave llevándola solo.

Números 11:29

Pero él le respondió: ¿A qué fin tienes celos por amor de mí? ¡Ah! ¡Quién me diera que todo el pueblo profetizase y que el Señor concediese a todos su espíritu!

Mateo 20:1

Porque el reino de los cielos se parece a un padre de familia, que al romper el día salió a alquilar jornaleros para su viña,

Marcos 13:34

A la manera de un hombre que saliendo a un viaje largo dejó su casa, y señaló a cada uno de sus criados lo que debía hacer, y mandó al portero que velase,

Marcos 16:15

Por último, les dijo: Id por todo el mundo; predicad el mensaje de salvación a todas las criaturas;

Marcos 16:20

Y sus discípulos fueron, y predicaron en todas partes, cooperando el Señor, y confirmando su doctrina con los milagros que la acompañaban.

Lucas 9:1

Algún tiempo después habiendo convocado a los doce apóstoles, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y virtud de curar enfermedades.

Hechos 11:19

Entretanto los discípulos que se habían esparcido por la persecución suscitada con motivo de Esteban, llegaron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquía, predicando la buena nueva únicamente a los judíos.

Hechos 13:2

Mientras estaban un día ejerciendo las funciones de su ministerio delante del Señor, y ayunando, les dijo el Espíritu Santo: Separadme a Saulo y a Bernabé para la obra a que los tengo destinados.

Hechos 13:4

Ellos, pues, enviados así por el Espíritu Santo fueron a Seleucia; desde donde navegaron a Chipre.

Hechos 20:28

Velad sobre vosotros y sobre toda la grey, en la cual el Espíritu Santo os ha instituido obispos, para apacentar o gobernar la Iglesia de Dios, que ha ganado él con su propia sangre.

Hechos 22:21

Pero el Señor me dijo: Anda, que yo te quiero enviar lejos de aquí hacia los gentiles.

Hechos 8:4

Pero los que se habían dispersado andaban de un lugar a otro, predicando la palabra de Dios.

1 Corintios 12:28

Así es que ha puesto Dios varios miembros en la Iglesia, unos en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar profetas, en el tercero doctores, luego a los que tienen el don de hacer milagros, después a los que tienen gracia de curar, de socorrer al prójimo, don de gobierno, de hablar todo género de lenguas, de interpretar las palabras.

1 Corintios 15:10

Mas por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mí; antes he trabajado más copiosamente que todos; pero no yo sino más bien la gracia de Dios que está conmigo.

2 Corintios 6:1

Y así nosotros como cooperadores del Señor, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios.

Filipenses 2:21

visto que casi todos buscan sus propios intereses, no los de Jesucristo.

Filipenses 2:25

Mientras me ha parecido necesario el enviaros ya a Epafrodito, mi hermano, y coadjutor en el ministerio, y compañero en los combates, apóstol o enviado vuestro, y que me ha asistido en mis necesidades.

Filipenses 2:30

en atención a que por el servicio de Jesu-cristo ha estado a las puertas de la muerte, exponiendo su vida a trueque de suplir lo que vosotros desde ahí no podíais hacer en obsequio mío.

Colosenses 1:29

a cuyo fin dirijo yo todos mis esfuerzos, peleando según el impulso que ejerce en mí el Señor, con su poderosa virtud.

Colosenses 4:12

Os saluda Epafras, el cual es de los vuestros, o vuestro paisano, siervo fiel de Jesucristo, siempre solícito en rogar por vosotros en sus oraciones, para que seáis perfectos, y conozcáis bien todo lo que Dios quiere de vosotros.

1 Tesalonicenses 2:9

Porque bien os acordaréis, hermanos míos, de nuestros trabajos y fatigas por amor vuestro; cómo trabajando de día y de noche, a trueque de no gravar a nadie, ganándonos nuestro sustento, predicamos ahí la buena nueva de Dios.

1 Tesalonicenses 5:12

dándoles las mayores muestras de caridad por sus desvelos; conservad la paz con ellos.

2 Tesalonicenses 3:1

y nos veamos libres de los díscolos y malos hombres, porque al fin es de todos el alcanzar la fe.

1 Timoteo 4:10

Esto has de enseñar y ordenar.

2 Timoteo 4:5

Que yo ya estoy a punto de ser inmolado, y se acerca el tiempo de mi muerte.

Filemón 1:1

y a la carísima hermana nuestra Apia, su esposa, y a Arquipo, nuestro compañero en los combates, o en la milicia de Cristo , y a la Iglesia congregada en tu casa,

Hebreos 3:6

Por lo cual nos dice el Espíritu Santo: Si hoy oyereis su voz,

Apocalipsis 2:1

Conozco tus obras, y tus trabajos, y tu paciencia, y que no puedes sufrir a los malos; y que has examinado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;