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Levítico 25:14 - Biblia Torres Amat 1825

14 Cuando vendieres algo a tu conciudadano o lo comprares de él, no apremies a tu hermano, sino que ajustarás la compra según los años que faltan para el jubileo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 »Cuando hagas un acuerdo con tu vecino para comprar o para vender alguna propiedad, no se aproveche el uno del otro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Por eso, si venden o compran algo a su prójimo, no lo engañen:

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Si vendéis algo a vuestro prójimo o compráis algo de mano de vuestro prójimo, no os engañéis mutuamente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Si realizáis operaciones de compra y venta no os perjudiquéis unos a otros.

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Levítico 25:14
33 Referans Kwoze  

Airado Asá contra el profeta, lo mandó poner en un cepo, indignado sobremanera de esto que le había dicho; y en aquel tiempo quitó la vida a muchísimos del pueblo.


para hacer justicia al huérfano y al oprimido; a fin de que cese ya el hombre de gloriarse de su poder sobre la tierra.


Quien insulta al necesitado, insulta a su Creador, así como le honra quien se compadece del pobre.


Quien cierra sus oídos al clamor del pobre, clamará también y no será oído.


Quien oprime al pobre a trueque de acrecentar sus riquezas, tendrá que cederlas a otro más rico, y vendrá a quedar miserable.


Oprimirá a muchos con vejaciones el príncipe falto de prudencia; y así perecerá luego; mas el que aborrece la avaricia vivirá largos días.


El hombre pobre que oprime a otros pobres para hacerse poderoso, es semejante a un recio aguacero que acarrea la carestía.


Quien amontona riquezas con usuras e intereses injustos, las allega para el que ha de ser liberal con los pobres.


Si vieres la opresión de los pobres, la violencia que reina en los juicios y el trastorno de la justicia en una provincia, no hay que turbarte por este desorden; pues aquel que está en alto puesto, tiene otro sobre sí, y sobre éstos aun hay otros más elevados,


Y entonces venid y argüidme, dice el Señor: Aunque vuestros pecados os hayan teñido como la grana, quedarán vuestras almas blancas como la nieve; y aunque fuesen teñidas de encarnado como el rojo, se volverán del color de la lana más blanca.


Este es el que tendrá su morada en las alturas; vivirá seguro como en una alta roca; tendrá pan en abundancia, y nunca le faltará el agua.


¡Ay de vosotros los que juntáis casa con casa, y agregáis heredades a heredades hasta que no queda ya más terreno! ¿Por ventura habéis de habitar vosotros solos en medio de la tierra?


¿Acaso el ayuno que yo estimo no es más bien el que tú deshagas los injustos contratos, que canceles las obligaciones que oprimen, que dejes en libertad a los que han quebrado, y quites todo gravamen?


Pero tus ojos y tu corazón no buscan sino la avaricia y derramar sangre inocente, y calumniar y correr tras la maldad.


En medio de ti ultrajaron al padre y a la madre, calumniaron en ti al extranjero, y en tu recinto han afligido al huérfano y a la viuda.


No harás agravio a tu prójimo, ni le oprimirás con violencia. No retendrás el jornal de tu jornalero hasta la mañana.


y conforme a esta cuenta te lo venderá.


No queráis apremiar a los que son de vuestra misma tribu, mas tema cada uno a su Dios; porque soy yo el Señor Dios vuestro.


Al mal que ellos hacen le dan el nombre de bien. El príncipe demanda contra el pobre, y el juez está siempre dispuesto a satisfacerlo. El poderoso manifiesta con descaro lo que codicia su alma, tienen la tierra llena de desorden.


Le preguntaban también los soldados: ¿Y nosotros qué haremos? A éstos dijo: No hagáis extorsiones a nadie, ni uséis de fraude; y contentaos con vuestras pagas.


Mas algunos de vosotros sois los que agraviáis y defraudáis, y eso a vuestros propios hermanos.


Vivía en aquel tiempo Débora, profetisa, mujer de Lapidot, la cual regía al pueblo;


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