Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Levítico 16:29 - Biblia Torres Amat 1825

29 Y esto será para vosotros un estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, mortificaréis vuestras almas, y no trabajaréis, ni los naturales, ni los extranjeros que están domiciliados entre vosotros.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

29 Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

29 »En el décimo día del mes señalado a comienzos del otoño, deben negarse a sí mismos. Ni los israelitas de nacimiento ni los extranjeros que vivan entre ustedes harán ninguna clase de trabajo. Esta es una ley perpetua para ustedes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Este será para ustedes un rito perpetuo. En el mes séptimo, el día décimo, ustedes ayunarán y no harán trabajo alguno, tanto el israelita como el forastero que viva con ustedes.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

29 Esto os será por estatuto perpetuo: En el séptimo mes, en el décimo día del mes, humillaréis vuestras almas y no haréis ninguna obra, así el nativo como el extranjero que peregrina entre vosotros.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Es ley perpetua para vosotros: el mes séptimo, el día diez del mes, ayunaréis y no haréis trabajo alguno, ni el nativo ni el forastero que mora entre vosotros;

Gade chapit la Kopi




Levítico 16:29
28 Referans Kwoze  

Se juntó, pues, todo Israel ante el rey Salomón el día solemne del mes de Etanim, que es el mes séptimo.


Llegado ya el mes séptimo, los hijos de Israel que estaban en sus ciudades, se reunieron todos, como si fuesen un solo hombre, en Jerusalén .


Allí junto al río Ahava ordené un ayuno, a fin de humillarnos en el acatamiento del Señor Dios nuestro, y pedirle feliz viaje para nosotros, y para nuestros hijos, y para todos nuestros haberes.


Pero yo mientras ellos me afligían, me cubría de cilicio, humillaba mi alma con el ayuno, no cesando de orar en mi corazón.


Me afligía con el ayuno, y se me convertía en afrenta.


El primer día será santo y solemne, y el día séptimo será venerado con igual solemnidad; ninguna obra servil haréis en ellos, excepto las que pertenecen a la comida.


Mas el día séptimo es sábado, o fiesta del Señor Dios tuyo. Ningún trabajo harás en él, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu criado, ni tu criada, ni tus bestias de carga, ni el extranjero que habita dentro de tus puertas o poblaciones.


Una vez en el año hará Aarón la expiación del altar, rociando sus cuatro puntos con la sangre de la víctima, ofrecida por el pecado, y con ella aplacará a Dios por vuestras generaciones. Será esta cosa santísima en el acatamiento del Señor.


Guardad mi sábado; porque es sacrosanto para vosotros; el que le violare será castigado de muerte; el que trabajare en ese día, perecerá de en medio de su pueblo.


Durante los seis días trabajaréis; mas el día séptimo es el sábado, descanso consagrado al Señor. Cualquiera que en tal día trabajare, será castigado de muerte.


Si te abstuvieres de caminar en día de sábado y de hacer tu voluntad o gusto en mi santo día y llamares al sábado día de reposo y santo o consagrado a la gloria del Señor, y lo solemnizares con no volver a tus andadas, ni hacer tu gusto, ni contentarte sólo con palabras,


¿Cómo es que hemos ayunado, dicen al Señor y tú no has hecho caso; hemos humillado nuestras almas y te haces el desentendido? Es, responde Dios, porque en el día mismo de vuestro ayuno hacéis todo cuanto se os antoja y apremiáis a todos vuestros deudores.


El ayuno que yo aprecio, ¿consiste acaso en que un hombre mortifique por un día su alma, o en que traiga su cabeza inclinada o baja de modo que casi forme un círculo, o se tienda sobre el círculo y la ceniza? ¿Por ventura a esto lo llamarás tú ayuno y día aceptable al Señor?


Y me dijo: No tienes que temer, ¡oh Daniel!, porque desde el primer día en que, a fin de alcanzar de Dios la inteligencia, resolviste en tu corazón mortificarte en la presencia de tu Dios, fueron atendidos tus ruegos; y por causa de tus oraciones he venido yo.


Pan delicado o sabroso no lo probé; carne ni vino no entraron en mi boca, ni me perfumé con ungüento; hasta tanto que fueron cumplidos los días de estas tres semanas.


Tendréis este día por solemnísimo y santísimo: no haréis en él obra ninguna servil. Ley sempiterna será ésta en todos los lugares en que habitareis, y para toda vuestra posteridad.


Seis días trabajaréis; el día séptimo, por ser el descanso del sábado, será santificado: en este día no haréis trabajo ninguno, porque es el sábado del Señor, el cual debe observarse en cualquier parte en que os halléis.


Todos los siete días ofreceréis holocausto al Señor. El día octavo también será solemnísimo y santísimo, y ofreceréis al Señor un holocausto por ser día de gran concurso y de colecta o junta solemne: no haréis en él ninguna obra servil.


y al mes séptimo, el día diez del mes, que es el tiempo de la fiesta de la Expiación, harás sonar la bocina por toda vuestra tierra,


por ley perpetua en todas vuestras generaciones y en todas vuestras moradas; no comeréis jamás ni sangre ni grasa.


El día décimo de este mes séptimo será también para vosotros santo y venerable, y mortificaréis vuestras almas con el ayuno y no haréis en él ninguna obra servil.


Pero habiendo gastado mucho tiempo, y no siendo desde entonces segura la navegación, por haber pasado ya el tiempo del ayuno, Pablo los amonestaba,


Que si nosotros entrásemos en cuentas con nosotros mismos, ciertamente no seríamos así juzgados por Dios.


Esforcémonos, pues, a entrar en aquel eterno descanso, a fin de que ninguno imite ejemplo de incredulidad.


Se congregaron, pues, en Masfa, y sacaron agua y la derramaron en presencia del Señor, ayunando aquel día, y diciendo: Hemos pecado contra el Señor. Y Samuel ejerció allí en Masfa las funciones de juez de Israel.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite