Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Jueces 16:4 - Biblia Torres Amat 1825

4 Después de esto se enamoró de una mujer que habitaba en el valle Sorec, llamada Dalila.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Tiempo después, Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Después de eso se juntó con una mujer del valle de Sorec que se llamaba Dalila.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Después de esto, se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.

Gade chapit la Kopi




Jueces 16:4
9 Referans Kwoze  

Pero el rey Salomón amó apasionadamente muchas mujeres extranjeras; y especialmente a la hija del faraón, a las mujeres moabitas y amonitas, idumeas, sidonias y heteas,


¿No pecó en esto mismo Salomón , rey de Israel? Y ciertamente que entre las muchas naciones no había rey semejante a él; y era el querido de su Dios, y Dios le constituyó rey sobre todo Israel; pues aun a éste le arrastraron al pecado las mujeres extranjeras.


La boca de la adúltera, cuando halaga, es una profunda fosa, en la cual caerá aquel que tiene merecida la ira del Señor.


visto que la ramera es una sima profunda, y un estrecho pozo la adúltera.


Como el perro que vuelve a lo que ha vomitado; así es el imprudente que repite o recae en su necedad.


Aun cuando majases al necio en un mortero, como se maja la cebada con el mazo, no desprenderías de él su necedad.


Esos sucesos eran figura de lo que atañe a nosotros, a fin de que no nos abandonemos a malos deseos, como ellos se abandonaron.


Sansón durmió hasta la medianoche; y entonces levantándose fue y arrancó las dos hojas de la puerta de la ciudad con sus pilares y cerrojos o barras, y echándoselas a cuestas, se las llevó a la cima del monte que mira hacia Hebrón.


Vinieron luego a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale con caricias, y averigua de él de dónde le viene tan gran fuerza, y cómo le podremos sojuzgar para castigarle después de atado: que si lo consiguieres, te daremos cada uno mil cien siclos de plata.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite