5 las cuales encendidas, soltó las zorras a fin de que corriesen por todas partes. Se metieron luego por entre las mieses de los filisteos; e incendiadas éstas, se quemaron, así las mieses ya hacinadas como las que estaban por segar; extendiéndose tanto la llama, que abrasó hasta las viñas y los olivares.
5 Después, encendió las antorchas y soltó las zorras para que corrieran por los campos de grano de los filisteos. Así les quemó todo el grano hasta reducirlo a cenizas, aun las gavillas y el grano sin cortar. También les destruyó los viñedos y los olivares.
5 Luego encendió las antorchas y soltó a los zorros en los campos de los filisteos. Así quemó todo: los atados, el trigo en pie y hasta las viñas y los olivares.
5 Después prendió fuego a las teas y soltó los chacales por entre los sembrados de los filisteos, quemando las gavillas, la mies en pie, e incluso las viñas y los olivares.
dijo a sus criados: Ya sabéis el campo de Joab, que linda con el mío, donde la cebada está para segarse; id y pegadle fuego. Al punto los criados de Absalón prendieron fuego a las mieses. Y viniendo los criados de Joab, rasgados sus vestidos, le dijeron: Los criados de Absalón han puesto fuego a una parte de tu campo.
Si tomando cuerpo el fuego, prendiere en las espinas o matorrales, y abrasare los montones de los frutos o las mieses que están por segar en los campos, pagará el daño aquél que encendió el fuego.
Mas el año séptimo la dejarás holgar, para que tengan que comer los pobres de tu pueblo, y lo que sobrare sirva de pasto a las bestias del campo; lo mismo harás con tu viña y tu olivar.
Y dijeron los filisteos: ¿Quién ha hecho esto? Se les respondió: Sansón, yerno del tamnateo, es el que lo ha hecho, porque su suegro le quitó su mujer y se la dio a otro. Oído esto, vinieron los filisteos y quemaron a la mujer y a su padre.