Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Juan 8:55 - Biblia Torres Amat 1825

55 Vosotros no le habéis conocido; yo sí que le conozco: y si dijere que no le conozco, sería como vosotros un mentiroso. Pero le conozco bien, y observo sus palabras.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

55 Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

55 pero ni siquiera lo conocen. Yo sí lo conozco; y si dijera lo contrario, ¡sería tan mentiroso como ustedes! Pero lo conozco y lo obedezco.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

55 Ustedes no lo conocen, yo sí lo conozco, y si dijera que no lo conozco, sería un mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y guardo su palabra.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

55 Y no lo habéis conocido, pero Yo lo conozco. Y si dijera que no lo conozco, sería semejante a vosotros, mentiroso; pero Yo lo conozco, y guardo su palabra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

55 pero al que no conocéis. En cambio, yo sí lo conozco. Si dijera que no lo conozco, sería, al igual que vosotros, un embustero. Pero sí lo conozco y guardo su palabra.

Gade chapit la Kopi




Juan 8:55
25 Referans Kwoze  

El necio pueblo mío, dice el Señor, no me conoció, hijos insensatos son y mentecatos; para hacer el mal son sabios; mas el bien no saben hacerlo.


Se sirven de su lengua como de un arco, para disparar mentiras, y no verdades; se han hecho poderosos en la tierra con pasar de un crimen a otro crimen; y a mí me han desconocido y despreciado, dice el Señor.


No dedicarán ellos su pensamiento a convertirse a su Dios, porque están dominados del espíritu de fornicación, o idolatría, y desconocieron al Señor.


Todas las cosas las ha puesto mi Padre en mis manos. Pero nadie conoce al Hijo sino el Padre; ni conoce ninguno al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo haya querido revelarlo.


El Padre ha puesto en mi mano todas las cosas. Y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiera revelarlo.


A Dios nadie le ha visto jamás: El hijo unigénito, existente desde siempre en el seno del Padre, él mismo es quien le ha hecho conocer a los hombres.


Así como el Padre me conoce a mí, así yo conozco al Padre; y doy mi vida por mis ovejas.


Si observareis mis preceptos, perseveraréis en mi amor; así como yo también he guardado los preceptos de mi Padre, y persevero en su amor.


Pero todo esto lo ejecutarán con vosotros por causa y odio de mi nombre; porque no conocen al que me ha enviado.


Y os tratarán de esta suerte, porque no conocen al Padre, ni a mí.


¡Oh Padre justo!, el mundo no te ha conocido; yo sí que te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste.


No porque algún hombre haya visto al Padre, excepto el que es hijo de Dios: éste sí que ha visto al Padre.


Le decían a esto: ¿En dónde está tu padre? Respondió Jesús : Ni me conocéis a mí, ni a mi Padre: si me conocierais a mí no dejaríais de conocer a mi Padre.


Y el que me ha enviado está siempre conmigo, y no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que es de su agrado.


Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre; él fue homicida desde el principio ; y, nunca ha estado firme en la verdad; y así no hay verdad en él; cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira.


En verdad, en verdad os digo, que quien observare mi palabra, no morirá para siempre.


Dijeron los judíos: Ahora acabamos de conocer que estás poseído de algún demonio. Abrahán murió, y murieron también los profetas, y tú dices: Quien observare mi palabra, no morirá eternamente.


Porque al pasar, mirando yo las esta-tuas de vuestros dioses, he encontrado también un altar, con esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Pues ese Dios que vosotros adoráis sin conocerle, es el que yo vengo a anunciaros.


Porque Dios, que dijo que la luz saliese o brillase de en medio de las tinieblas, él mismo ha hecho brillar su claridad en nuestros corazones, a fin de que nosotros podamos iluminar a los demás por medio del conocimiento de la gloria de Dios, según que ella resplandece en Jesucristo.


Pero si caminamos a la luz de la fe y santidad como él está así mismo en la luz, se sigue de ahí que tenemos nosotros una común y mutua unión, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos purifica de todo pecado.


Cualquiera que niega al Hijo, tampoco reconoce al Padre; quien confiesa al Hijo, también al Padre confiesa, o reconoce.


Pero quien guarda sus mandamientos, en ése verdaderamente la caridad de Dios es perfecta; y por eso conocemos que estamos en él, esto es, en Jesucristo.


Y este testimonio nos enseña que Dios nos dio vida eterna, esa vida está en su Hijo Jesucristo.


Ya que has guardado la doctrina de mi paciencia, yo también te libraré del tiempo de tentación que ha de sobrevenir a todo el universo para prueba de los moradores de la tierra.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite