Juan 6:56 - Biblia Torres Amat 1825

⁵⁶ Quien come mi carne y bebe mi sangre, en mí mora, y yo en él.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵⁶ Todo el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵⁶ El que mastica mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y Yo en él.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

Juan 6:56 Referans Kwoze

Salmos 90:1

Señor, en todas épocas has sido tú nuestro amparo.

Salmos 91:1

El que se acoge al asilo del Altísimo, descansará siempre bajo la protección del Dios del cielo.

Salmos 91:9

¡Oh! y cómo eres tú, ¡oh Señor, mi esperanza! Tú ¡oh justo! has escogido al Altísimo para asilo tuyo.

Lamentaciones 3:24

Mi herencia, dice el alma mía, es el Señor; por tanto pondré en él mi confianza.

Juan 14:20

Entonces conoceréis vosotros que yo estoy en mi Padre, y que vosotros estáis en mí, y yo en vosotros.

Juan 14:23

Jesús le respondió así: Cualquiera que me ama, observará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión dentro de él.

Juan 6:55

Porque mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre es verdaderamente bebida.

2 Corintios 6:16

¿O qué consonancia entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo de Dios vivo, según aquello que dice Dios: Habitaré dentro de ellos, y en medio de ellos andaré, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Efesios 3:17

y que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, estando arraigados y cimentados en caridad,

1 Juan 2:24

Y ésta es la promesa que nos hizo él mismo, la vida eterna.

1 Juan 3:24

Queridos míos, no queráis creer a todo espíritu, sino examinad los espíritus si son de Dios, o siguen su doctrina; porque se han presentado en el mundo muchos falsos profetas.

1 Juan 4:12

En esto conocemos que vivimos en él, y él en nosotros, porque nos ha comunicado su Espíritu.

Apocalipsis 3:20

Al que venciere, le haré sentar conmigo en mi trono; así como yo fui vencedor, y me senté con mi Padre en su trono.