Josué 2:10 - Biblia Torres Amat 182510 Hemos oído que el Señor secó las aguas del mar Rojo para daros paso, cuando salisteis de Egipto; y la manera con que tratastéis a los dos reyes de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán, Sehón y Og, a los cuales habéis muerto. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196010 Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente10 Pues hemos oído cómo el Señor les abrió un camino en seco para que atravesaran el mar Rojo cuando salieron de Egipto. Y sabemos lo que les hicieron a Sehón y a Og, los dos reyes amorreos al oriente del río Jordán, cuyos pueblos ustedes destruyeron por completo. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)10 Nos han dicho de qué manera Yavé secó ante ustedes el mar de los Juncos cuando salían de Egipto, y lo que ustedes hicieron a los dos reyes de los amoreos al otro lado del Jordán, a Sijón y a Og, a los que condenaron al anatema. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion10 Porque hemos oído cómo YHVH hizo secar las aguas del Mar Rojo° delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que hicisteis a los dos reyes del amorreo allende el Jordán: a Sehón y a Og, a quienes destruisteis° por completo. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197510 porque hemos sabido cómo Yahveh secó ante vosotros las aguas del mar de los Juncos cuando salíais de Egipto, y lo que habéis hecho con los dos reyes amorreos del otro lado del Jordán, Sijón y Og, a quienes entregasteis al anatema. Gade chapit la |
Luego que todos los reyes de los amorreos que habitaban a la otra parte del Jordán hacia el Poniente, y todos los reyes de los cananeos que poseían los países vecinos al mar grande o Mediterráneo, oyeron que el Señor había secado las aguas del Jordán, al presentarse los hijos de Israel, hasta que hubieron pasado, desmayó su corazón, y no quedó aliento en ellos, temiendo la entrada de los hijos de Israel.