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Josué 10:10 - Biblia Torres Amat 1825

10 Y el Señor los desbarató a la vista de Israel, que hizo en ellos gran estrago en Gabaón, y los fue persiguiendo camino de la cuesta de Bet-Horón, y acuchillándolos hasta Azeca y Maceda.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 El Señor llenó de pánico a los amorreos, y los israelitas masacraron a un gran número de ellos en Gabaón. Después persiguieron a sus enemigos por el camino que lleva a Bet-horón y los fueron matando a lo largo de toda la ruta a Azeca y Maceda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Yavé les provocó el desastre ante Israel y les infligió una gran derrota en Gabaón. Josué los persiguió por el camino que sube a Bet-Horón y los acosó hasta Azecá y Maquedá.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y YHVH los aterrorizó ante Israel, el cual los hirió con gran estrago en Gabaón, persiguiéndolos por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Yahveh les infundió pánico a la vista de Israel, que les infligió una gran derrota en Gabaón, los persiguió camino de la cuesta de Bet Jorón y los batió hasta Azecá y Maquedá.

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Josué 10:10
29 Referans Kwoze  

Arrojó centellas contra mis enemigos, y los disipó; rayos, y los destruyó.


Salomón , pues, reedificó a Gazer, y a Bet-Horón la de abajo,


En efecto, el Señor aterró a los etíopes a la vista de Asá y de Judá; y echaron a huir.


Pero aquel ejército que había despedido Amasías para no llevarlo consigo a la guerra, invadió las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-Horón; y habiendo pasado a cuchillo a tres mil personas, recogió mucho botín.


Disparó sus saetas, y los disipó; arrojó gran multitud de rayos, y los aterró.


Porque no conquistaron este país con su espada, y no fue su brazo el que los salvó; sino tu diestra y tu brazo, y la luz emanada de tu rostro; porque te complaciste en ellos.


Cuando el rey celestial ejerza su juicios sobre los reyes de la tierra, quedarán más blancos que la nieve del monte Selmón.


Y colocó las tribus de Israel en las habitaciones de aquellas gentes.


Dejad, pues, ya de burlaros de mis amenazas, porque no se aprieten más vuestras ligaduras. Porque el Señor Dios de los ejércitos es de quien he oído la destrucción de toda la tierra, o país que habitáis, la destrucción que sucederá dentro de poco.


Porque a la voz del Señor quedará temblando el asirio, herido con la vara de la divina venganza,


Entretanto, el ejército del rey de Babilonia estrechaba a Jerusalén y a todas las ciudades de Judá, que habían quedado por conquistar, a Laquís y a Azeca; pues de las ciudades fortificadas de Judá estas dos solas no se habían rendido.


Y saldrá después el Señor, y peleará contra aquellas naciones, como peleó en el día de aquella batalla.


El Señor Dios tuyo pondrá a estos pueblos en tu poder, y los irá destruyendo hasta que del todo desaparezcan.


Y mientras iban huyendo de los hijos de Israel, estando en la bajada de Bet-Horón, el Señor llovió del cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca: y fueron muchos más los que murieron de las piedras del granizo, que los que pasaron a cuchillo los hijos de Israel.


En este mismo día se apoderó Josué de Maceda, y la pasó a cuchillo, matando a su rey y a todos sus habitantes, sin dejar siquiera uno: haciendo con el rey de Maceda lo mismo que había hecho con el rey de Jericó .


Josué, pues, caminando desde Gálgala toda la noche, se echó sobre ellos de repente.


Y el Señor los entregó en manos de los israelitas, que los acuchillaron y fueron persiguiendo hasta la gran Sidón, y las aguas de Maserefot, y la campiña de Masfe, que yace a su oriente. De tal suerte los destrozó, que no dejó alma viviente de ellos;


Un rey de Maceda; un rey de Betel.


y Jerimot, y Adullam, Soco, y Azeca,


y Giderot, y Betdagón, y Naama, y Maceda: diez y seis ciudades y sus aldeas.


y baja por el occidente tocando los términos de Jefleti hasta entrar en la comarca de Bet-Horón de abajo, y de Gazer, y sus límites terminan en el mar grande o Mediterráneo.


El distrito de los hijos de Efraín repartido entre sus familias y la posesión de éstos, vino a ser hacia el oriente desde Atarot-Addar hasta Bet-Horón de arriba;


y Gibsaín, y Bet-Horom con sus alrededores: cuatro ciudades.


Y Barac fue persiguiendo a los carros fugitivos, y al ejército hasta la ciudad de Haroset de las Naciones; y toda la muchedumbre de los enemigos pereció, sin quedar ni uno.


Entretanto Sísara, huyendo vino a parar en la tienda de Jahel, mujer de Haber, cineo: por cuanto había paz entre Jabín, rey de Asor y la casa de Haber, cineo.


El torrente de Cisón arrastró sus cadáveres, el torrente de Cadumín, el torrente de Cisón. ¡Huella, oh alma mía, a los orgullosos campeones!


otro marchó por el camino que va a Bet Horón, y la tercera se dirigió hacia el camino del collado que domina el valle del Seboim, enfrente del desierto.


Sucedió después de algún tiempo que los filisteos juntando sus escuadrones para pelear, se reunieron en Socó de Judá, y acamparon entre Socó y Azeca, en los confines de Dommin.


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