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Joel 2:30 - Biblia Torres Amat 1825

30 Y haré aparecer prodigios en el cielo y sobre la tierra, sangre, y fuego, y torbellinos de humo.

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Biblia Reina Valera 1960

30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Y haré maravillas en los cielos y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Y haré prodigios en los cielos y en la tierra, Sangre y fuego, y columnas de humo.

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Joel 2:30
16 Referans Kwoze  

se puso a mirar hacia Sodoma y Gomorra, y todo el terreno de aquella región; y vio levantarse de la tierra pavesas ardientes así como la humareda de un horno o calera.


Mirad el lecho de Salomón rodeado de sesenta valientes de los más esforzados de Israel,


Llorará la tierra, y se enlutarán arriba los cielos, por razón de lo que decreté; lo resolví y no me arrepentí, ni ahora cambio de parecer.


Y en aquel día no habrá luz, sino únicamente frío y hielo.


Pero después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no alumbrará, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes o los ángeles del cielo temblarán.


Y habrá grandes terremotos en varias partes, y pestilencias, y hambres, y aparecerán en el cielo cosas espantosas y prodigios extraordinarios.


Entonces los de Hai que iban persiguiendo a Josué, volviendo la cabeza y viendo el humo de la ciudad que subía hasta el cielo, no tuvieron arbitrio para escapar por ningún lado; sobre todo cuando los que aparentaron huir y encaminarse hacia el desierto, atacaron con el mayor denuedo a los que los iban persiguiendo.


y dieron gritos viendo el lugar, o el humo, de su incendio, diciendo: ¿Qué ciudad hubo semejante a ésta en grandeza?


Entonces llorarán, y harán duelo sobre ella los reyes de la tierra, que vivieron con ella amancebados y en deleites, al ver el humo de su incendio.


El segundo ángel tocó también la trompeta; y al momento se vio caer en el mar como un gran monte, todo de fuego, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre;


Es de advertir que los hijos de Israel se habían convenido antes, en que luego que los de la emboscada se apoderasen de la ciudad, encendiesen un gran fuego, para que con la humareda que subiría a lo alto diesen a entender que eran ya dueños de la plaza.


y viendo subir de la ciudad una columna de humo; y asimismo mirando Benjamín hacia atrás, y reconociendo la ciudad perdida, y que las llamas subían a lo alto;


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