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Job 10:3 - Biblia Torres Amat 1825

3 ¿Podrá, acaso, jamás ser de tu agrado que me entregues a la calumnia, y oprimirme, siendo yo la obra de tus manos, y cooperar a los designios de los impíos?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 ¿Te parece bien que oprimas, Que deseches la obra de tus manos, Y que favorezcas los designios de los impíos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 ¿Qué ganas con oprimirme? ¿Por qué me rechazas, siendo yo obra de tus manos, mientras miras con favor los planes de los malvados?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 ¿Acaso te conviene mostrarte duro, despreciar la obra de tus manos y justificar las teorías de los malvados?

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 ¿Es justo para ti oprimir, Desechar la obra de tus manos, Y favorecer el designio de los malos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 ¿Qué logras con ser violento, con despreciar la obra de tus manos y favorecer los planes del impío?

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Job 10:3
27 Referans Kwoze  

Tus manos, Señor, me formaron; ellas coordinaron todas las partes de mi cuerpo, ¿y tan de repente quieres despeñarme?


Entonces me llamarás, y yo te responderé; alargarás la diestra a la obra de tus manos.


¿Por qué tu ánimo está hinchado contra Dios, hasta proferir tu boca tales expresiones?


Dios me ha puesto encerrado, a disposición del inicuo, y me ha entregado en manos de los impíos.


Al menos entended de una vez, que Dios no me atribula, ni descarga sobre mí sus azotes, según la tela de juicio.


Pero en medio de eso, los impíos no tienen la prosperidad en su mano; por tanto lejos de mí su modo de pensar.


siendo así que él les había llenado sus casas de bienes. Lejos de mí el modo de pensar de estos blasfemos.


Vive Dios, el cual parece que ha abandonado mi causa, y el Todopoderoso que ha sumergido mi alma en la aflicción,


Te portas conmigo como si fueras cruel; y me tratas con mano tan pesada como si fueses mi enemigo.


¿Acaso el que me creó a mí en las entrañas de mi madre, no es el mismo Dios que le ha creado a él? ¿No fue él el que nos formó a ambos en el seno materno?


El espíritu de Dios me creó, y el soplo del Omnipotente me dio la vida.


¿Cómo el que se pone a altercar con Dios tan fácilmente lo deja, y enmudece? A la verdad que quien arguye a Dios debe hallarse en estado de responderle.


¿Pretendes tú acaso invalidar mi juicio; y condenarme a mí por justificarte a ti mismo?


Dios no abandona al hombre de bien, ni alarga su mano a los malvados.


Una sola cosa he afirmado, y es que el Señor consume con trabajos así al inocente como al impío.


La tierra comúnmente es entregada en manos del impío, el cual con las riquezas venda los ojos de los jueces que la gobiernan. Y si no es el Señor quien lo dispone, decidme, ¿quién es?


Tened entendido que el Señor es el único Dios. El es el que nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. ¡Oh tú, pueblo suyo!, vosotros ovejas a quien él apacienta,


El Señor tomará mi defensa. Eterna es, ¡oh Señor!, tu misericordia, no deseches las obras de tus manos.


puesto que el Señor oyó a los pobres, y no olvidó a los que están por él en cadenas.


Ahora bien, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; obras somos todos de tus manos.


Esto supuesto, a los presbíteros que hay entre vosotros suplico yo, vuestro copresbítero y testigo de la pasión de Cristo , como también participante de su gloria, la cual se ha de manifestar a todos en lo por venir,


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