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Jeremías 7:23 - Biblia Torres Amat 1825

23 Ved aquí el mandamiento que entonces les di: Escuchad mi voz, les dije, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis el pueblo mío; y seguid constantemente el camino que os he señalado, a fin de que seais felices.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Esto les dije: “Obedézcanme, y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. ¡Hagan todo lo que les diga y les irá bien!”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Lo que les mandé, más bien, fue esto: 'Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Caminen por el camino que les indiqué para que siempre les vaya bien.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Sino que les mandé, diciendo: Escuchad mi voz y Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo;° andad en todo el camino que os he ordenado para que os vaya bien.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 sino que sólo les impuse este precepto: 'Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo y andad por el camino que os señale para que os vaya bien'.

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Jeremías 7:23
38 Referans Kwoze  

Si obedecieren y fueren dóciles, acabarán sus días felizmente, y sus años con gloria;


Porque los que cometen la maldad, no andan por los caminos del Señor.


Tú no has querido sacrificios ni oblaciones; pero me has dado oídos perfectos. Tampoco pediste holocausto ni víctima por el pecado.


¡Ah si mi pueblo me hubiese oído a mí, si hubiesen seguido los hijos de Israel por mis caminos!


y dijo: Si escuchares la voz del Señor Dios tuyo, e hicieres lo que es recto, delante de él, y obedecieres sus mandamientos, y observares todos sus preceptos, no descargaré sobre ti plaga ninguna, de las que he descargado sobre Egipto; porque Yo soy el Señor que te doy la salud.


Dijo también Moisés: Esto es lo que ha mandado el Señor: Llena de maná un gomor, y guárdese para las generaciones venideras, a fin de que vean el pan con que yo os sustenté en el desierto después de que os saqué de la tierra de Egipto.


¡Ay del impío maléfico!, porque se le pagará según merecen sus acciones.


pacto que yo establecí con vuestros padres, cuando los saqué de la tierra de Egipto, de aquel horno de hierro encendido, y les dije: Escuchad mi voz y haced todo lo que os mando, y así vosotros seréis el pueblo mío, y yo seré vuestro Dios;


porque yo he estado conjurando fuertemente a vuestros padres desde el día en que los saqué de Egipto hasta el presente, amonestándoles y diciéndoles continuamente: Escuchad mi voz.


Y eso que al modo que una faja se aprieta a la cintura del hombre, así había yo unido estrechamente conmigo, dice el Señor, a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá, para que fuesen el pueblo mío, y para ser yo allí conocido, y alabado, y glorificado; y ellos, a pesar de eso, no quisieron escucharme.


Yo te prediqué en medio de tu prosperidad, y tú dijiste: No quiero escuchar; ésta es tu conducta desde tu mocedad, hacerte sordo a mis palabras.


Esto dice el Señor: Juzgad con rectitud y justicia, y librad de las manos del calumniador a los oprimidos por la violencia, y no aflijáis ni oprimáis inicuamente al forastero, ni al huérfano, ni a la viuda, y no derraméis sangre inocente en este lugar.


Y les daré un corazón dócil, para que reconozcan que soy el Señor su Dios, y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios; pues se convertirán a mí de todo corazón.


Mas ésta será la nueva alianza que yo haré, dice el Señor, con la casa de Israel, después que llegue aquel tiempo: Imprimiré mi ley en sus entrañas, y la grabaré en sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán el pueblo mío.


Entraron, en efecto, en ella, y la han poseído; mas no obedecieron tu voz, ni siguieron tu santa ley; nada hicieron de cuanto les mandaste, y por eso les han sobrevenido todos estos desastres.


Pero Jeremías le respondió: No te abandonarán en sus manos. Te ruego que escuches las palabras del Señor, que yo te hablo, y te irá bien, y salvarás tu vida.


Ya sea cosa favorable, ya sea adversa, obedeceremos a la voz del Señor Dios nuestro, a quien te enviamos; para que, obedeciendo a la voz del Señor Dios nuestro, nos vaya prósperamente.


Ella no ha querido escuchar a quien le hablaba y le amonestaba; no puso su confianza en el Señor; no se acercó a su Dios.


Y los que están en lugares remotos vendrán y trabajarán en la construcción del templo del Señor, y conoceréis que el Señor de los ejércitos me envió a vosotros. Mas esto será si vosotros escuchareis con docilidad la voz del Señor Dios vuestro.


¿No son estas cosas las que dijo el Señor, por medio de los anteriores profetas, cuando estaba aún poblada Jerusalén y llena de riquezas, tanto ella como las ciudades vecinas, y poblada la parte del mediodía y sus campiñas?


acaba de ser descubierto por los oráculos de los profetas, conforme al decreto del Dios eterno, y ha venido a noticia de todos los pueblos, para que obedezcan a la fe;


y toda altanería de espíritu que se engríe contra la ciencia o el conocimiento de Dios, y cautivando todo entendimiento a la obediencia de Cristo ,


la bendición si obedeciereis a los mandamientos de Dios vuestro Señor que os prescribo hoy;


Seguid al Señor Dios vuestro, y temedle, y guardad sus mandamientos, y oíd su voz: a él habéis de servir, y con él debéis estrecharos.


Pero aquel profeta o fingidor de sueños será castigado de muerte; porque trató de apartaros del Señor Dios vuestro que os sacó de la tierra de Egipto, y redimió del estado de servidumbre, para desviaros del camino que tu Señor Dios te ha enseñado; y así arrancarás el mal de en medio de ti.


te volvieres a él, con tus hijos, y obedecieres a sus mandamientos, de todo tu corazón y con toda tu alma, como te lo prescribo en este día,


y ames al Señor Dios tuyo, y obedezcas a su voz y te unas íntimamente a él (siendo él mismo, como es, vida tuya, y el que ha de darte larga vida), a fin de que habites en la tierra que juró el Señor a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob , que les había de dar.


Tú te convertirás y escucharás la voz del Señor Dios tuyo, y cumplirás todos los mandamientos que hoy te prescribo yo.


comenzando de aquel día que te presentaste delante del Señor Dios tuyo en Horeb, cuando el Señor me habló diciendo: Junta el pueblo delante de mí, para que oigan mis palabras, y aprendan a temerme todo el tiempo que vivan en la tierra, y así lo enseñen a sus hijos.


Guarda sus preceptos y mandamientos que yo te comunico, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y permanezcas mucho tiempo sobre la tierra que te ha de dar el Señor Dios tuyo.


Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor Dios tuyo te tiene mandado, para que vivas largo tiempo y seas feliz en la tierra que te ha de dar el Señor Dios tuyo.


Ojalá que siempre tengan tal espíritu y corazón, que me teman y guarden todos mis mandamientos en todo tiempo, para que sean felices ellos y sus hijos eternamente.


sino que andaréis por el camino que Dios vuestro Señor os ha mandado, para que viváis y seáis dichosos, y se prolonguen vuestros días en la tierra que vais a poseer.


Escucha, ¡oh Israel!, y pon cuidado en hacer lo que el Señor te ha mandado, y te irá bien, y serás multiplicado más y más, según la promesa que te ha hecho el Señor Dios de tus padres de darte una tierra que mana leche y miel.


siendo nombrado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.


Dijo entonces Samuel: ¿Por ventura el Señor no estima más que los holocaustos y las víctimas, el que se le obedezca a su voz? La obediencia vale más que los sacrificios, y el ser dócil importa más que el ofrecer la grasa de los carneros.


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