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Jeremías 7:10 - Biblia Torres Amat 1825

10 Y después de esto venís aún, y os presentáis delante de mí en este templo en que es invocado mi Nombre, y decís vanamente confiados: Ya estamos a cubierto de todos los males, aunque hayamos cometido todas esas abominaciones.

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Biblia Reina Valera 1960

10 ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 y luego venir y presentarse delante de mí en mi templo a repetir: ‘¡Estamos a salvo!’, solo para irse a cometer nuevamente todas las mismas maldades?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Y luego vienen a presentarse ante mí, en este Templo que lleva mi Nombre, y dicen: '¡Aquí estaremos seguros después de cometer tantas maldades!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 ¿vendréis y os pondréis ante mí en esta Casa, sobre la cual es invocado mi Nombre, y diréis: Somos libres (para seguir haciendo tales abominaciones)?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 y luego venís y estáis delante de mí en este templo sobre el cual se invoca mi nombre y decís: '¡Estamos salvados!', para seguir luego cometiendo todas esas abominaciones!

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Jeremías 7:10
31 Referans Kwoze  

y le dijo: He oído tu oración y la súplica que me has hecho; he santificado esta casa que me has edificado, a fin de que permanezca en ella mi Nombre para siempre; y en todo tiempo mis ojos y mi corazón estarán fijos sobre este lugar.


Y erigió altares profanos en la casa del Señor, de la cual el Señor había dicho: Estableceré mi Nombre en Jerusalén ;


Construyó también altares en la casa del Señor, de la cual tenía el Señor dicho: En Jerusalén se invocará mi Nombre eternamente.


Colocó asimismo un ídolo de fundición en la casa del Señor de la cual habló Dios a David y a Salomón su hijo diciendo: En esta casa y en Jerusalén , elegida por mí de entre todas las tribus de Israel, estableceré mi Nombre eternamente.


Detesta el Señor las víctimas de los impíos; lo aplacan los votos de los justos.


y que os llamáis ciudadanos de la ciudad santa y estáis apoyados en el Dios de Israel, el cual tiene por nombre Señor de los ejércitos.


y antes bien colocaron sus ídolos en la casa en que se invoca mi santo Nombre, a fin de profanarla;


Pero hoy día vosotros os habéis convertido a mí, y habéis hecho aquello que es agradable a mis ojos, publicando que cada uno dé libertad a su prójimo y confirmasteis esta resolución en mi presencia, en la casa donde es invocado mi Nombre.


¿Acaso os habéis ya olvidado de los pecados de vuestros padres, y de los pecados de los reyes de Judá, y de los pecados de sus mujeres, y de los pecados vuestros, y de los de vuestras mujeres, cometidos en tierra de Judá y en los barrios de Jerusalén ?


Pues, ¿este templo mío en que se invoca mi Nombre, ha venido a ser para vosotros una guarida de ladrones? Yo, yo soy, yo mismo soy el que he visto vuestras abominaciones, dice el Señor.


yo haré con esta casa, en que se ha invocado mi Nombre, y en la cual vosotros tenéis vuestra confianza, y con este lugar que os señalé a vosotros, y a vuestros padres, haré, digo, lo mismo que hice con Silo.


Pues los hijos de Judá han obrado el mal ante mis ojos, dice el Señor, pusieron sus escándalos o ídolos en el templo en que se invoca mi Nombre, a fin de contaminarlo;


A vosotros los de la familia de Israel, esto dice el Señor Dios: Váyase cada uno de vosotros en pos de vuestros ídolos, y dedíquese enhorabuena a su servicio. Que si ni con esto me escuchareis y siguiereis profanando mi santo Nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos;


Y te tratarán con odio, y te robarán todos tus sudores, y te dejarán desnuda y llena de ignominia; y se hará patente la infamia de tus prostituciones, tu maldad y tus adulterios.


Pues son ellas unas adúlteras y sanguinarias, y se han contaminado con sus ídolos; y además les han ofrecido para ser devorados por el fuego los hijos que yo había tenido en ellas.


Pues el día mismo que inmolaban sus propios hijos a los ídolos, venían a mi santuario para profanarlo; y cometían estas maldades dentro de mi mismo templo.


Por tanto les dirás: Esto dice el Señor Dios: Vosotros que coméis carnes con sangre, y levantáis sangre humana, ¿pensáis acaso ser herederos y poseedores de esta tierra?


Y acuden a ti en gran cantidad, se sientan delante de ti los del pueblo mío, y escuchan tus palabras; pero no las ponen en práctica; porque ellos las convierten en asuntos de sus canciones, y su corazón corre tras de avaricia.


Por tanto juro yo, dice el Señor Dios, que así como tú has profanado mi santuario con todos tus escándalos y con todas tus abominaciones, yo también te exterminaré y no te miraré con ojos benignos, ni tendré de ti misericordia.


Dígnate escuchar, ¡oh Dios mío!, y atiende, abre tus ojos, y mira nuestra desolación y la de la ciudad, en la que se invocaba tu santo Nombre; pues postrados delante de ti te presentamos nuestros humildes ruegos; confiando, no en nuestra justicia, sino en tu grandísima misericordia.


Su garganta es como la de los ladrones; se ha unido con los sacerdotes impíos que matan en el camino a las gentes que van de Siquem; verdaderamente que son horrendas las cosas que han ejecutado.


Y ofreced a los ídolos el sacrificio de alabanza, con pan fermentado, y pregonad y haced saber las ofrendas voluntarias, pues así os place a vosotros, ¡oh hijos de Israel!, dice el Señor Dios.


y a aquellos que adoran sobre los terrados la milicia o astros del cielo, y adoran y juran por el Señor y por Melcom,


Por eso ahora llamamos bienaventurados a los soberbios, pues viviendo impíamente hacen fortuna y provocan a Dios, y con todo quedan salvos.


Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de los cielos a los hombres; porque ni vosotros entráis ni dejáis entrar a los que entrarían!


No lo digo por todos vosotros, yo conozco a los que tengo escogidos; mas ha de cumplirse la Escritura: Uno que come el pan conmigo, levantará contra mí su calcañar.


Llevaron después a Jesús desde casa de Caifás al pretorio. Era muy de mañana; y ellos no entraron al pretorio, por no contaminarse, a fin de poder comer de las víctimas de la Pascua .


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