Jeremías 50:30 - Biblia Torres Amat 1825

³⁰ Por tanto caerán muertos en sus plazas sus jóvenes, quedarán sin aliento en aquel día todos sus guerreros, dice el Señor.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁰ Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán destruidos en aquel día, dice Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ Sus jóvenes caerán en las calles y morirán. Todos sus soldados serán matados», dice el Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ Por eso, sus jóvenes caerán en sus plazas y sus soldados perecerán aquel día, dice Yavé.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ Por eso en aquel día sus jóvenes caerán en sus plazas, Y todos sus hombres de guerra serán reducidos a silencio, dice YHVH.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ Por eso caerán sus jóvenes en las plazas, aquel día todos sus guerreros enmudecerán -oráculo de Yahveh-.

Jeremías 50:30 Referans Kwoze

Jeremías 18:21

Por tanto, abandona sus hijos al hambre, y entrégalos al filo de la espada; viudas y sin hijos queden sus mujeres, y mueran de una muerte infeliz sus maridos, y se vean en el combate sus jóvenes atravesados con la espada.

Jeremías 48:15

Devastado ha sido el país de Moab, y taladas sus ciudades, ha sido degollada toda su escogida juventud, dice aquel rey cuyo nombre es Señor de los ejércitos.

Jeremías 49:26

Serán degollados sus jóvenes por las calles; y quedarán exánimes en aquel día todos sus guerreros, dice el Señor de los ejércitos.

Jeremías 50:36

Espada contra sus adivinos, y quedarán atontados; espada contra sus valientes, y quedarán llenos de terror.

Jeremías 9:21

Pues la muerte ha subido por nuestras ventanas, se ha entrado en nuestras casas, y ha hecho tal estrago, que ya no se verán niños ni jóvenes por las calles y plazas.

Apocalipsis 19:18

a comer carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de poderosos, y carne de caballos, de sus jinetes, y carne de todos, libres y esclavos, y de pequeños y de grandes.

Apocalipsis 6:15

y decían a los montes y peñascos: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquel Señor que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero,