Jeremías 50:15 - Biblia Torres Amat 182515 Levantad contra ella el grito; ya tiende sus manos por todos lados, dándose por vencida; se conmueven sus fundamentos, destruidos quedan sus muros, porque es el tiempo de la venganza del Señor; tomad venganza de ella; tratadla como ella trató a los demás. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196015 Gritad contra ella en derredor; se rindió; han caído sus cimientos, derribados son sus muros, porque es venganza de Jehová. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente15 Lancen gritos de guerra contra Babilonia desde todas partes. ¡Miren! ¡Se rinde! Sus murallas han caído. Es la venganza del Señor, así que vénguense también ustedes. ¡Háganle lo mismo que ella les hizo a otros! Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)15 De todas partes han lanzado contra ella gritos de guerra y se ha rendido. Han caído sus torres de defensa, se han derrumbado sus murallas. Ustedes que son los instrumentos de la cólera de Yavé, ¡hagan con ella lo mismo que hizo con ustedes! Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion15 ¡Lanzad el alarido en torno a ella! Ella tiende sus manos:° Sus baluartes han caído, Sus muros están derribados. Tomad venganza sobre ella, porque es la venganza de YHVH. Como ella ha hecho, hacedle a ella. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197515 dad alaridos frente a ella en derredor. Ella tiende su mano; sus habitantes se desploman, se derrumban sus murallas. Es la venganza de Yahveh; vengaos de ella. Como ella hizo, hacedle a ella. Gade chapit la |
Mas aquel día será el día del Señor Dios de los ejércitos, día de venganza en que hará pagar la pena a sus enemigos; la espada devorará y se hartará de matar, y se embriagará con la sangre de ellos; porque he aquí que la víctima del Señor Dios de los ejércitos estará en la tierra septentrional de junto al río Eufrates.
He aquí que un rey vendrá como un león, desde el hinchado Jordán a caer sobre la bella y fuerte Babilonia; porque yo lo haré correr súbitamente hacia ella. ¿Y quién será el escogido, a quien yo le encargue que se apodere de ella? Pues ¿quién hay semejante a mí? ¿Quién habrá que se me oponga? ¿Ni cuál es el pastor o capitán que pueda ponérseme delante?