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Jeremías 4:21 - Biblia Torres Amat 1825

21 ¿Hasta cuándo he de ver fugitivos a los de mi pueblo, y he de oír el sonido de la trompeta enemiga?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

21 ¿Hasta cuándo he de ver bandera, he de oír sonido de trompeta?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 ¿Hasta cuándo tendré que ver las banderas de combate y oír el toque de trompetas de guerra?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 ¿Hasta cuándo tendré que ver estandartes guerreros, y soportar el sonido del clarín?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 ¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera y oír sonido del shofar?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 ¿Hasta cuándo tendré que ver banderas y oír el son de la trompeta?

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Jeremías 4:21
11 Referans Kwoze  

sobre todo Jeremías, cuyas lamentaciones sobre Josías repiten todos los cantores y cantoras hasta hoy día, tanto que ha venido a ser este uso como una ley en Israel. Se hallan escritas estas cosas entre las Lamentaciones.


Corriendo el año, envió el rey Nabucodonosor sus gentes a prenderlo y lo llevaron a Babilonia, transportando al mismo tiempo los vasos más preciosos del templo del Señor. E hizo rey de Judá y de Jerusalén a Sedecías, su tío paterno.


Porque trajo contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a cuchillo a sus jóvenes en la casa de su santuario. No tuvo compasión del mancebo, ni de la virgen, ni del anciano, ni aun del inválido; a todos los entregó Dios en sus manos.


Porque el rey de Egipto, viniendo a Jerusalén lo depuso, y multó al país en cien talentos de plata y un talento de oro;


¡Ay!, mis entrañas, las entrañas mías se han conmovido de dolor y congoja; todos los interiores afectos de mi corazón están en desorden; no puedo callar cuando ha oído ya mi alma el sonido de la trompeta, el grito de la batalla.


Ha venido desastre sobre desastre, y ha quedado asolada toda la tierra, de repente, en un momento fueron derribadas mis tiendas y pabellones.


El necio pueblo mío, dice el Señor, no me conoció, hijos insensatos son y mentecatos; para hacer el mal son sabios; mas el bien no saben hacerlo.


y continuáis diciendo: No, no; sino que nos vamos a la tierra de Egipto, en donde no veremos guerra, ni oiremos sonidos de trompetas, ni padeceremos hambre, y allí permaneceremos:


Esforzaos, ¡oh hijos de Benjamín!, en medio de Jerusalén , y tocad el clarín de guerra en Tecua, y alzad una bandera sobre Betacarem; porque hacia el septentrión se deja ver un azote y una calamidad grande.


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