Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Jeremías 38:20 - Biblia Torres Amat 1825

20 Pero Jeremías le respondió: No te abandonarán en sus manos. Te ruego que escuches las palabras del Señor, que yo te hablo, y te irá bien, y salvarás tu vida.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Y dijo Jeremías: No te entregarán. Oye ahora la voz de Jehová que yo te hablo, y te irá bien y vivirás.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

20 —Si eliges obedecer al Señor, no serás entregado a ellos —contestó Jeremías—, sino que salvarás tu vida y todo te irá bien;

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Replicó Jeremías: 'Los caldeos no te entregarán a ellos. Haz lo que Yavé te dice por mi boca; te resultará bien, y con vida quedarás.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

20 Pero Jeremías le respondió: No te entregarán. Oye ahora la voz de YHVH en lo que te digo, y te irá bien y vivirás.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 'No te entregarán -replicó Jeremías-. Escucha, pues, la voz de Yahveh en lo que te digo, y te irá bien y así salvarás tu vida.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 38:20
20 Referans Kwoze  

Di, pues, te ruego, que eres hermana mía, para que yo sea bien recibido por amor tuyo, y salve mi vida por tu respeto.


Ahí cerca está una ciudad pequeña, donde podré refugiarme, y en ella me salvaré. ¿No es ella de poca monta, y no estará allá segura mi vida?


Y a la mañana siguiente poniéndose en movimiento, tomaron el camino del desierto de Tecue; y comenzada la marcha, Josafat, puesto en medio de ellos, dijo: Oídme, varones de Judá, y vosotros habitantes todos de Jerusalén : Confiad en el Señor Dios vuestro, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y todo irá felizmente.


y él, instruyéndome, me decía: Reciba tu corazón mis palabras, observa mis preceptos, y vivirás feliz.


Observa, oh hijo mío, mis mandamientos, y vivirás; y guarda mi ley como las niñas de tus ojos.


Prestad oídos a mis palabras, y venid a mí: Escuchad, y vuestra alma hallará vida y asentaré con vosotros alianza sempiterna, en cumplimiento de las misericordias prometidas a David.


pacto que yo establecí con vuestros padres, cuando los saqué de la tierra de Egipto, de aquel horno de hierro encendido, y les dije: Escuchad mi voz y haced todo lo que os mando, y así vosotros seréis el pueblo mío, y yo seré vuestro Dios;


Pero no la escucharon ni prestaron oídos a mi palabra, sino que cada uno siguió los depravados apetitos de su maligno corazón; y descargué sobre ellos todo el castigo que estaba escrito en aquel pacto que les mandé guardar, y no guardaron.


Ahora, pues, enmendad vuestra vida, y purificad vuestras inclinaciones, y escuchad la voz del Señor Dios vuestro, y no dudéis que el Señor se arrepentirá o desistirá del castigo con que os ha amenazado.


Que si no quisieras salir, he aquí lo que me ha revelado el Señor:


Ved aquí el mandamiento que entonces les di: Escuchad mi voz, les dije, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis el pueblo mío; y seguid constantemente el camino que os he señalado, a fin de que seais felices.


Por tanto, toma, ¡oh rey!, mi consejo, y redime con limosnas tus pecados y maldades, ejercitando la misericordia con los pobres; que tal vez perdonará el Señor tus pecados.


Pero el Señor dice a la casa de Israel: Buscadme y viviréis.


Buscad al Señor, y tendréis vida, no sea que por desgracia arda como el fuego la casa de José, o Efraín, y devore a Betel sin que haya quien le apague.


A lo que contestó Pablo: Quiera Dios, como deseo, que no solamente faltara poco, sino que no faltara nada, para que tú y todos cuantos me oyen llegaseis a ser hoy tales cual soy yo, salvo estas cadenas.


Sabiendo, pues, el temor que se debe al Señor, procuramos justificarnos delante de los hombres, mas Dios conoce bien lo que somos. Y aun quiero creer que también somos conocidos de vosotros allá en vuestro interior.


Somos, pues, como unos embajadores en nombre de Cristo , y es Dios mismo el que nos exhorta por boca nuestra. Os rogamos, pues, encarecidamente en nombre de Cristo , que os reconciliéis con Dios.


Y así nosotros como cooperadores del Señor, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios.


Porque quien se contenta con oír la palabra de Dios, y no la practica, erá parecido a un hombre que contempla al espejo su rostro nativo ensuciado con algunas manchas,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite