Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre; no falte jamás de la casa de Joab un flujo vergonzoso que los vuelva estériles, como ni tampoco leprosos, y hombres que lleven rueca en vez de espada, y haya siempre quienes mueran a cuchillo, y gentes que vayan mendigando el pan.
Y cuando hayas terminado tus días e ido a descansar con tus padres, yo levantaré después de ti a un hijo tuyo, que nacerá de ti, y consolidaré su reino.
De esta manera el Señor confirmará las palabras que me dio, diciendo: Si tus hijos procedieren bien, y anduvieren en mi presencia, siguiendo la verdad con todo su corazón y con toda su alma, ocupará siempre alguno de tu linaje el trono de Israel.
Ahora, pues, Señor Dios de Israel, confirma a tu siervo David, mi padre, lo que le prometiste, diciendo: No faltará jamás de tu linaje quien se siente ante mí sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos vigilen sobre sus pasos, y anden delante de mí como tú has andado en mi presencia.
Bien que Josabá, hija del rey Joram, hermana de Ocozías, sacando a Joás, hijo de Ocozías, de en medio de los demás hijos del rey, al tiempo que los iban matando, lo robó, sacándole del dormitorio con su ama de leche, y lo escondió de la furia de Atalía para que no fuese muerto.
y has comenzado a bendecir la casa de tu siervo, a fin de que ella subsista siempre delante de ti; porque bendiciéndola tú, oh Señor, será perpetuamente bendita.
seguirán entrando por las puertas de esta ciudad los reyes y los príncipes, sentándose en el trono de David, y montando en carrozas y caballos, así ellos como sus príncipes o cortesanos, los varones de Judá y los ciudadanos de Jerusalén , y estará esta ciudad para siempre poblada.
por tanto, esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: No faltará varón de la estirpe de Jonadab, hijo de Recab, que asista en mi presencia todos los días.