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Jeremías 23:29 - Biblia Torres Amat 1825

29 ¿No es así que mis palabras son como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta las peñas?

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Biblia Reina Valera 1960

29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 ¿No quema mi palabra como el fuego? —dice el Señor—. ¿No es como un martillo poderoso que hace pedazos una roca?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 ¿No es mi palabra como fuego que quema o como martillo que rompe la roca?

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 ¿No es mi palabra como fuego, dice YHVH, Y como un martillo que rompe la piedra en pedazos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 ¿No es como fuego mi palabra -oráculo de Yahveh-, y como martillo que tritura la piedra?

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Jeremías 23:29
11 Referans Kwoze  

Y así dije para conmigo: No volveré más a hacer mención de ella, y no hablaré más en nombre del Señor. Pero luego sentí en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado dentro de mis huesos, y desfallecí, no teniendo fuerzas para aguantarlo.


Esto me dice el Señor Dios de los ejércitos: Porque habéis proferido vosotros tales palabras, he aquí, ¡oh Jeremías!, que yo desde ahora pongo en tu boca mis palabras cual fuego devorador, y le doy ese pueblo por leña para que sea de él consumido.


Por esto por medio de mis profetas os acepillé, o castigué, con las palabras amenazadoras salidas de mi boca, con las cuales les he acarreado la muerte. Así tu condenación aparecerá clara como la luz.


Entonces se dijeron uno a otro: ¿No es verdad que sentíamos abrasarse nuestro corazón, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?


El espíritu es quien da la vida; la carne o el sentido carnal de nada sirve para entender este misterio; las palabras que yo os he dicho, espíritu y vida son.


Al mismo tiempo vieron aparecer unas como lenguas de fuego, que se repartieron y se asentaron sobre cada uno de ellos.


Oído este discurso, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Pues, hermanos, ¿qué es lo que debemos hacer?


para los unos olor mortífero que les ocasiona la muerte; mas para los otros olor vivificante que les causa la vida. ¿Y quién será idóneo para un tal ministerio?


No hay criatura invisible a su vista; todas están desnudas y patentes a los ojos de este Señor, de quien hablamos.


Los mismos tienen poder de cerrar el cielo, para que no llueva en el tiempo que ellos profeticen, y tienen también potestad sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para afligir la tierra con toda suerte de plagas siempre que quisieren.


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