Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 15:15 - Biblia Torres Amat 1825

15 Tú, ¡oh Señor!, que sabes mi inocencia, acuérdate de mí, y ampárame, y defiéndeme de los que me persiguen; no difieras socorrerme, por razón de tu paciencia con los enemigos, bien sabes que por amor tuyo he sufrido mil oprobios.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Tú lo sabes, oh Jehová; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo; sabes que por amor de ti sufro afrenta.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Luego dije: —Señor, tú sabes lo que me sucede. Por favor, ayúdame. ¡Castiga a mis perseguidores! Por favor, dame más tiempo; no dejes que muera joven. Es por tu causa que sufro.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Yavé, acuérdate de mí y defiéndeme y véngame de mis perseguidores. No detengas más tu ira. Piensa que por tu causa soporto tantas humillaciones.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¡Oh YHVH, Tú lo sabes todo! Acuérdate de mí, y visítame, Y hazme justicia de mis perseguidores; No me arrebates a causa de tu gran paciencia,° Sabes que por ti soporto afrentas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Tú lo sabes, Yahveh: acuérdate de mí y cuídame, véngame de mis perseguidores. No me dejes perecer a causa de tu paciencia, sabe que por ti soporto ultrajes.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 15:15
42 Referans Kwoze  

Dije también a los levitas que se purificasen, y viniesen a guardar las puertas y santificasen o celasen el día del sábado. También por esto acuérdate de mó, oh Dios mío, y perdóname según tu gran misericordia.


y para que cuidasen de la ofrenda de la leña y de las primicias en los tiempos señalados. Acuérdate de mí, oh Dios mío, para mi consuelo. Amén.


Acuérdate de mí, oh Dios mío, para hacerme bien, a medida de los beneficios que yo he hecho a este pueblo.


Acuérdate de mí, Señor, considerando semejantes trampas de Tobías y de Sanaballat, y asimismo de Noadías profeta, y de los demás profetas que procuraban atemorizarme.


sabiendo, como sabes, que no he cometido maldad alguna, y que no hay nadie que pueda librarme de tus manos?


No me llames a la mitad de mi vida. Eternos son tus años.


Acuérdate, ¡oh Señor!, de nosotros, según tu benevolencia para con tu pueblo; visítanos por medio de tu salvador ,


¡Oh Señor! ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás justicia de mis perseguidores?


Pusiste a prueba mi corazón, y le has visitado durante la noche; me has acrisolado al fuego, y en mí no se ha hallado iniquidad.


Afloja un poco conmigo, y déjame respirar, antes que yo parta y deje de existir.


El hecho es que por amor de ti estamos todos los días destinados a la muerte; somos reputados como ovejas para el matadero.


Y luego habló el Señor a Isaías diciendo:


En cuanto a mí, ¡oh Señor!, tú me conoces bien, me has visto, y has experimentado qué tal es mi corazón para contigo. Reúnelos como rebaño para el sacrificio, y destínalos aparte para el día de la mortandad.


¡Ay, madre mía, cuán infeliz soy yo! ¿Por qué me diste a luz para ser, como soy, un hombre de contradicción, un hombre de discordia, en toda esta tierra? Yo no he dado dinero a interés, ni nadie me lo ha dado a mí, y no obstante todos me maldicen.


Antes bien haré yo que seas con respecto a ese pueblo un muro de bronce inexpugnable; ellos combatirán contra ti, y no podrán prevalecer, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte, dice el Señor.


Mas yo no por eso me he turbado siguiendo tus huellas, ¡oh pastor mío!, pues nunca apetecí día o favor de hombre alguno; tú lo sabes. Lo que anuncié con mis labios fue siempre recto en tu presencia.


Mas tú, ¡oh Señor!, conoces bien todos sus designios de muerte contra mí. No les perdones su maldad; ni se borre de tu presencia su pecado, derribados sean delante de ti; acaba con ellos en el tiempo de tu furor.


Pero el Señor, cual esforzado campeón está conmigo; por eso caerán y quedarán sin fuerzas aquellos que me persiguen; quedarán sumamente avergonzados por no haber logrado su intento, con un oprobio sempiterno, que jamás se borrará.


Y tú, oh Señor de los ejércitos, que haces prueba del justo, tú que disciernes los afectos interiores del corazón, haz que yo te vea tomar de ellos una justa venganza; porque a ti te tengo encomendada mi causa.


porque ya tiempo hace que estoy clamando contra la iniquidad, y anunciando a voz en grito la devastación; y la palabra del Señor no me acarrea más que continuos oprobios y escarnios.


Tú les darás, ¡oh Señor!, lo que merecen las obras de sus manos.


¡Oh Señor!, tú los perseguirás con saña, y los exterminarás de debajo de los cielos.


y vosotros vendréis a ser odiados de todos por causa de mi nombre; pero quien perseverare hasta el fin, éste se salvará.


Y cualquiera que haya dejado casa o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, y esposas, o hijos, o heredades por causa de mi nombre, recibirá cien veces más en bienes más sólidos, y poseerá después la vida eterna.


de suerte que seréis odiados de todo el mundo por amor de mí:


No os venguéis vosotros mismos, queridos míos, sino dad lugar a que se pase la cólera; pues está escrito: A mí toca la venganza; yo haré justicia, dice el Señor.


¿Quién, pues, podrá separarnos del amor de Cristo ? ¿Será la tribulación?, ¿o la angustia?, ¿o el hambre?, ¿o la desnudez?, ¿o el riesgo?, ¿o la persecución?, ¿o el cuchillo?


Sabiendo, pues, el temor que se debe al Señor, procuramos justificarnos delante de los hombres, mas Dios conoce bien lo que somos. Y aun quiero creer que también somos conocidos de vosotros allá en vuestro interior.


Guárdate tú también de él, porque se ha opuesto sobremanera a nuestra doctrina.


¡Oh cielo!, regocíjate sobre ella; como también vosotros, ¡oh santos apóstoles y profetas!, pues Dios condenándola ha tomado venganza por vosotros, os ha hecho justicia.


Se le dio luego a cada uno de ellos un ropaje o vestido blanco y se les dijo que descansasen o guardasen en paz un poco de tiempo, en tanto que se cumplía el número de sus consiervos y hermanos, que habían de ser martirizados también como ellos.


Pero él invocando al Señor dijo: ¡Oh Señor Dios! acuérdate de mí: y restitúyeme ahora, ¡oh Dios mío!, mi anterior fuerza para vengarme de mis enemigos, y hacerles pagar de una sola vez el haberme privado de mis dos ojos.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite