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Jeremías 10:20 - Biblia Torres Amat 1825

20 Asolada ha sido mi tienda; rotas todas las cuerdas que lo afianzaban; mis hijos, hechos cautivos, se han separado de mí, y desaparecieron; no queda ya nadie para levantar otra vez mis tiendas.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya más quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Mi casa está destruida, y no queda nadie que me ayude a reconstruirla. Se llevaron a mis hijos, y nunca volveré a verlos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Pero ahora mi carpa está destruida y todos sus cordeles cortados. Mis hijos me han abandonado, no queda ninguno. Ya no hay nadie que pueda levantar mi carpa o extender mis toldos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Mi tienda ha sido destruida, Y todas mis cuerdas están rotas: Mis hijos me han abandonado y no existen. Ya no hay quien plante mi tienda, Ni quien alce mis cortinas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Mi tienda está devastada, todas mis cuerdas se han roto; mis hijos partieron de mi lado y ya no están, no hay ya quien despliegue mi tienda ni quien levante mis lonas.

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Jeremías 10:20
12 Referans Kwoze  

ni me verá más humana vista porque tú has echado sobre mí una terrible mirada y ya no puedo subsistir más.


Da un vuelco a los impíos, y no quedará rastro de ellos; pero la casa de los justos será permanente.


En tu boca he puesto mis palabras, y te he amparado con la sombra de mi poderosa mano, para que plantes los cielos y fundes la tierra, y digas a Sión: Tú eres mi pueblo.


De todos los hijos que ella engendró, no hay uno que la sostenga; y entre todos los hijos que ella ha criado, no hay quien la coja de la mano.


Toma un sitio más espacioso para tus tiendas, y extiende cuanto puedas las pieles o cubiertas de tus pabellones, alarga tus cuerdas, y afianza más tus estacas.


Porque yo cicatrizaré tu llaga, y curaré tus heridas, dice el Señor. Ellos, ¡oh Sión!, te han llamado la repudiada: Esta es, dicen, la que no tiene quien la busque o pretenda.


Porque esto dice el Señor: Se han oído más allá en lo alto voces de lamentos, de luto y de gemidos, y son de Raquel, que llora sus hijos, y no quiere admitir consuelo en orden a la muerte de ellos, visto que ya no existen.


Ha venido desastre sobre desastre, y ha quedado asolada toda la tierra, de repente, en un momento fueron derribadas mis tiendas y pabellones.


Sus enemigos se han enseñoreado de ella; los que la odiaban se han enriquecido con sus despojos, porque el Señor falló contra ella a causa de grandes de sus maldades; sus pequeños han sido llevados al cautiverio, arreándolos el opresor.


Arrojasteis de sus casas las mujeres de mi pueblo, que vivían en ellas con sosiego; y a sus niños les cerrasteis la boca para que jamás me alabasen.


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