Jeremías 10:19 - Biblia Torres Amat 1825

¹⁹ Entonces exclamarás: ¡Ay de mí infeliz en mi quebranto!, atrocísima es la llaga o calamidad mía. Pero esta desdicha, me digo luego a mí misma, yo me la he procurado, y justo es que la padezca.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁹ ¡Ay de mí, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Pero dije: Ciertamente enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁹ Mi herida es profunda y grande mi dolor. Mi enfermedad es incurable, pero debo soportarla.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁹ ¡Pobre de mí! ¡Qué herida! Mi llaga es incurable. Y yo que decía: 'Es un sufrimiento que se puede aguantar.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁹ ¡Ay de mí, a causa de mi quebranto! ¡Mi herida es incurable! Pero dije: ¡Ciertamente ésta es mi aflicción, y debo soportarla!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁹ ¡Ay de mí por mi desastre! ¡Mi llaga es incurable! Yo había pensado: 'Es sólo una enfermedad que podré soportar'.

Jeremías 10:19 Referans Kwoze

Salmos 39:9

Enmudecí, y no abrí mi boca, porque todo lo hacías tú.

Salmos 77:10

Entonces dije: Ahora comienzo a respirar. De la diestra del Altísimo me viene esta mudanza.

Isaías 8:17

Me veis aquí a mí y a mis hijos, que me dio el Señor para que sirvan de señal y portento a Israel, de parte del Señor de los ejércitos, que habita en el monte de Sión.

Jeremías 14:17

Y tú les dirás entretanto estas palabras: Derramen mis ojos sin cesar lágrimas noche y día, porque Jerusalén , la virgen hija del pueblo mío, se halla quebrantada de una extrema aflicción, con una llaga sumamente maligna.

Jeremías 14:7

Aunque nuestras maldades dan testimonio contra nosotros, tú, ¡oh Señor!, míranos con piedad por amor de tu santo Nombre; pues nuestras rebeldías son muchas, y hemos pecado gravísimamente contra ti.

Jeremías 17:13

¡Oh Señor, esperanza de Israel!, todos los que te abandonan quedarán confundidos; los que de ti se alejan, en el polvo de la tierra serán escritos, porque han abandonado al Señor, vena de aguas vivas.

Jeremías 4:19

¡Ay!, mis entrañas, las entrañas mías se han conmovido de dolor y congoja; todos los interiores afectos de mi corazón están en desorden; no puedo callar cuando ha oído ya mi alma el sonido de la trompeta, el grito de la batalla.

Jeremías 4:31

Porque he oído gritos como de mujer que está de parto, ansias y congojas como de primeriza; la voz de la hija de Sión moribunda que extiende sus manos, y dice: ¡Ay de mí!, que me abandona mi alma al ver la mortandad de mis hijos.

Jeremías 8:21

Traspasado estoy de dolor y lleno de tristeza por la aflicción de la hija de mi pueblo; el espanto se ha apoderado de mí.

Jeremías 9:1

¿Quién dará agua a mi cabeza, y hará de mis ojos dos fuentes de lágrimas para llorar día y noche la muerte que se ha dado a tantos moradores de la hija de mi pueblo, o de Jerusalén ?

Lamentaciones 1:2

Inconsolable llora ella toda la noche, e hilo a hilo corren las lágrimas por sus mejillas; entre todos sus amantes no hay quien la consuele; todos sus amigos le han despreciado y se han vuelto enemigos suyos.

Lamentaciones 3:48

Ríos de agua salen de mis ojos en vista del quebranto de la hija del pueblo mío.

Miqueas 7:9

Yo sufriré el castigo del Señor, pues pequé contra él, hasta tanto que él juzgue mi causa, y se declare en favor mío. El me volverá a la luz del día, y yo veré su justicia.