y exclamó contra el altar, diciendo de parte del Señor: Altar, altar, oye lo que dice el Señor: Tiempo vendrá en que ha de nacer en la familia de David un hijo que se llamará Josías; el cual hará degollar sobre ti los sacerdotes de los lugares altos, que ahora queman sobre ti inciensos, y él quemará sobre ti huesos de hombres.
Desde el año decimotercero de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta el día de hoy, en que han pasado veintitrés años, el Señor me ha hecho oír su palabra, y yo os la he estado anunciando, levantándome antes de amanecer para predicaros, y vosotros no me habéis escuchado.
Y se fue Jeremías profeta por su camino. Y el Señor, después que Hananías profeta hubo roto la atadura o cadena, que llevaba al cuello el profeta Jeremías, habló a éste diciendo:
Me dijo también el Señor en tiempo del rey Josías: ¿No has visto tú las cosas que ha hecho la rebelde Israel? Se fue a adorar sobre todo monte alto, y debajo de todo árbol frondoso, y allí se ha prostituido.
Toma un cuaderno, y escribirás en él todas las palabras que yo he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todos los pueblos, desde el tiempo del reinado de Josías, en que yo te hablé, hasta el día de hoy;
Palabras del Señor, dichas a Oseas, hijo de Beeri, en el tiempo de Ozías, de Joatán, de Acaz, de Ezequías , reyes de Judá, y en los días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel.
Palabra del Señor, revelada a Sofonías, hijo de Cusi, hijo de Godolías, hijo de Amarías, hijo de Ezecías, en tiempo de Josías, hijo de Amón, rey de Judá.