Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 6:2 - Biblia Torres Amat 1825

2 Y con voz esforzada cantaban a coro, diciendo: ¡Santo, Santo, Santo, el Señor Dios de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Lo asistían poderosos serafines, cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies y con dos volaban.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Por encima de él había serafines. Cada uno de ellos tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, con dos los pies y con las otras volaban.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Por encima de Él había serafines: cada uno tenía seis alas, con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos alas se cernían.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Por encima de Él había serafines de pie, con seis alas cada uno: con dos se cubrían el rostro, con otras dos se cubrían hasta los pies y con los otras dos volaban.

Gade chapit la Kopi




Isaías 6:2
34 Referans Kwoze  

Se postró Abram sobre su rostro.


Habiendo oído esto Elías, cubrió su rostro con el manto, y saliendo fuera, se paró a la puerta de la cueva, y de repente oye una voz que le dice: ¿Qué haces aquí, Elías?


Pero Miqueas, ratificándose, añadió: Por tanto, oye la palabra del Señor: He visto al Señor sentado sobre su solio, y a toda la milicia celestial que estaba a su alrededor a la derecha y a la izquierda.


Cinco codos tenía cada una de las dos alas del querubín; y así había diez codos desde la punta de un ala hasta la punta de la otra.


Estos querubines los colocó en medio del templo interior u oráculo, y tenían extendidas sus alas, y el ala de un querubín tocaba a la pared, y el ala del segundo tocaba a la otra pared; y las otras dos alas se tocaban entre sí en el punto de en medio del templo u oráculo.


Pues estos querubines tenían extendidas sus alas sobre el sitio del arca , y cubrían por arriba el arca y sus varas;


Tú mismo, oh Señor, tú solo hiciste el cielo, y el cielo de los cielos donde habitas, y toda su milicia celestial, la tierra, y cuanto ella contiene, y los mares y todo lo que hay en ellos; y tú das vida o conservas todas estas cosas, y a ti te adora el ejército o milicia celestial.


Pero cierto día, concurriendo los hijos de Dios, esto es, los ángeles, a presentarse delante del Señor, compareció también entre ellos Satanás.


Mira cómo ni aun entre sus mismos santos ninguno es acá inmutable, y ni los cielos están limpios a sus ojos.


Mira que no han sido firmes sus mismos ministros, y que halló culpa hasta en sus ángeles.


Bendecid al Señor todos vosotros, ¡oh ángeles suyos!, vosotros de gran poder y virtud, ejecutores de sus órdenes, prontos a obedecer la voz de sus mandatos.


Haces que tus ángeles sean veloces como los vientos, y tus ministros activos como fuego abrasador.


Montó sobre querubines; y tomó el vuelo; voló llevado en alas de los vientos.


¿a Dios, al cual ensalza y glorifica toda la corte de los santos, grande y terrible sobre todos los que asisten en torno de él?


y han de cubrir ambos lados del propiciatorio, extendiendo las alas sobre el propiciatorio, mirándose uno a otro con las caras vueltas hacia el propiciatorio, con el cual se ha de cubrir el arca ,


Yo soy, le añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob . Se cubrió Moisés el rostro, porque no se atrevía a mirar hacia Dios.


con las alas extendidas, y cubriendo con ellas el propiciatorio, mirándose uno a otro, y también al propiciatorio.


Y tocó con ella mi boca, y dijo: He aquí que la brasa ha tocado tus labios, y será quitada tu iniquidad, y tu pecado será expiado.


Sus caras y sus alas miraban y se extendían hacia lo alto, se juntaban por la punta dos alas de cada uno, y con las otras dos cubrían sus cuerpos.


Y oía yo el ruido de las alas como ruido de muchas aguas, como trueno del excelso Dios; así que caminaban, el ruido era semejante al de un gran gentío, o como ruido de un ejército; y así que paraban, bajaban sus alas.


Y miré, y he aquí que venía del norte un torbellino de viento, y una gran nube, y un fuego que se revolvía dentro de la nube, y un resplandor alrededor de ella; y en su centro, esto es, en medio del fuego, una imagen de un personaje, tan brillante como de ámbar.


Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.


Y se juntaban las alas del uno con las del otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba adelante según la dirección de su rostro.


Y mientras andaban los querubines, andaban también las ruedas junto a ellos; y así que los querubines extendían sus alas para remontarse de la tierra, no se quedaban inmóviles las ruedas, sino que también seguían junto a ellos.


Cuatro caras tenía cada uno de ellos, y cada uno cuatro alas, y debajo de éstas una semejanza de brazo de hombre.


Salía de delante de él un impetuoso río de fuego; eran millares de millares los que le servían, y mil millones, o innumerables, los que asistían ante su presencia. Se sentó para juzgar, y fueron abiertos los libros, o procesos.


estando yo todavía profiriendo las palabras de mi oración, he aquí que Gabriel, aquel varón que yo había visto al principio de la visión, volando súbitamente, me tocó en la hora del sacrificio de la tarde;


El cual respondió y dijo a los que estaban en su presencia: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: He aquí que te he quitado de encima tu maldad, y te he hecho vestir ropas de gala.


a ofrecer el incienso; y todo el concurso del pueblo estaba orando de parte de afuera en el atrio, durante la oblación del incienso.


mientras al Hijo le dice: El trono tuyo, ¡oh Dios!, subsistirá por los siglos de los siglos; cetro de rectitud, el cetro de tu reino;


Luego vi a otro ángel que volaba por medio del cielo, llevando la buena nueva eterna, para predicarla a los moradores de la tierra, a todas las naciones, y tribus, y lenguas, y pueblos,


Y mientras aquellos animales tributaban gloria, y honor, y bendición o acción de gracias al que estaba sentado en el trono, que vive por los siglos de los siglos,


diciendo: Amén. Bendición, y gloria, y sabiduría, y acción de gracias, honra y poder, y fortaleza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.


El quinto ángel tocó la trompeta; y vi una estrella del cielo caída en la tierra, y se le dió la llave del pozo del abismo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite