1 en aquel mismo tiempo habló el Señor a Isaías, hijo de Amós, diciendo: Ve y despójate de tu saco o sayal, y quita de tus pies el calzado. Y lo hizo así Isaías, yendo desnudo, o con sola la ropa interior, y descalzo.
Mas el rey de los asirios, faltando a lo prometido, envió desde Laquís a Jerusalén contra el rey Ezequías a Tartán, y a Rabsaris, y a Rabsaces con mucha tropa; los cuales, poniéndose en camino vinieron a Jerusalén , e hicieron alto cerca del acueducto del estanque superior, situado sobre el camino del campo del Batanero,
En fin, salió a campaña y peleó contra los filisteos, y derribó los muros de Get y los de Jabnia, y los de Azoto; edificó asimismo castillos en Azoto y en tierra de los filisteos;
y generalmente a todos, a todos los reyes de la tierra de Hus, y a todos los reyes del país de los filisteos, y a Ascalón, y a Gaza, y Accarón, y a los pocos que han quedado en Azoto,
Y exterminaré a los moradores de Azoto y al que empuña el cetro de Ascalón; descargaré mi mano sobre Accarón; y aniquilaré los restos de los filisteos, dice el Señor Dios.
Ni uno siquiera dejó de la raza de los enaceos en la tierra de los hijos de Israel; sino los que quedaron en las ciudades de Gaza, y de Get y de Azoto.
Y éstas son las ciudades que ofrecieron las hemorroides hechas de oro, que los filisteos tributaron al Señor para expiar el pecado: Azoto, Gaza, Ascalón, Get, Accarón, una cada ciudad.