Hechos 4:19 - Biblia Torres Amat 182519 Mas Pedro y Juan respondieron a esto, diciéndoles: Juzgad vosotros si en la presencia de Dios es justo el obedeceros a vosotros antes que a Dios; Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196019 Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente19 Pero Pedro y Juan respondieron: «¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él? Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)19 Pedro y Juan les respondieron: 'Juzguen ustedes si es correcto delante de Dios que les hagamos caso a ustedes, en vez de obecedecer a Dios. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion19 Respondiendo entonces Pedro y Juan, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197519 Pedro y Juan les respondieron: 'Juzgad si sería justo ante Dios obedeceros a vosotros más que a Dios. Gade chapit la |
Además dio el rey Acaz al sumo sacerdote Urías esta orden: Ofrecerás sobre este altar grande el holocausto de la mañana y el sacrificio de la tarde, y el holocausto del rey con su sacrificio, y el holocausto de todo el pueblo de la tierra con sus sacrificios y libaciones; y has de derramar sobre este altar toda la sangre de los holocaustos, y toda la sangre de las víctimas. En cuanto al altar de bronce estará pronto a disposición mía.
Porque tú has observado lo que te enseñó tu impío rey Amri y todos los usos de la casa de Acab, y has seguido todos sus antojos, para que yo te abandonase, ¡oh Jerusalén !, a la perdición, y al escarnio a tus moradores. Y vosotros, ¡oh poderosos!, llevaréis el castigo del oprobio causado al pueblo mío.
antes bien desechamos lejos de nosotros las ocultas infamias o disimulos vergonzosos de los falsos hermanos, no procediendo con artificio, ni alterando la palabra de Dios, sino alegando únicamente en abono nuestro para con todos aquellos que juzguen de nosotros según su conciencia, la sinceridad con que predicamos la verdad delante de Dios.