Y a la mañana siguiente poniéndose en movimiento, tomaron el camino del desierto de Tecue; y comenzada la marcha, Josafat, puesto en medio de ellos, dijo: Oídme, varones de Judá, y vosotros habitantes todos de Jerusalén : Confiad en el Señor Dios vuestro, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y todo irá felizmente.
Discurrió, pues, de esta suerte por la Siria y Cilicia, confirmando y animando las Iglesias; y mandando que observasen los preceptos de los apóstoles y de los presbíteros.
alabando a Dios, y haciéndose amar de todo el pueblo. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que abrazaban el mismo género de vida para salvarse.
Entretanto la palabra de Dios iba fructificando, y multiplicándose sobremanera el número de los discípulos en Jerusalén ; y se sujetaban también a la fe muchos de los sacerdotes.
La Iglesia entretanto gozaba de paz por toda la Judea, y Galilea, y Samaria, e iba estableciéndose o perfeccionándose, procediendo en el temor del Señor, y llena de los consuelos del Espíritu Santo.
Gloria a aquel que es poderoso para fortaleceros en mi buena nueva y en la doctrina de Jesucristo que yo predico, según la revelación del misterio de la redención; misterio que después de haber permanecido oculto en todos los siglos pasados,
Así que, amados hermanos míos, estad firmes y constantes, trabajando siempre más y más en la obra del Señor, que sabéis que vuestro trabajo no quedará sin recompensa delante del Señor.
Por lo demás, hermanos, os rogamos y conjuramos por el Señor Jesús , que según aprendisteis de nosotros el modo como debéis portaros y agradar a Dios, así procedáis, para adelantar más y más en el camino del Señor.
Y despachamos a Timoteo, hermano nuestro y ministro de Dios en la predicación de la buena nueva de Jesucristo, para confirmaros y esforzaros en vuestra fe,