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Hebreos 9:4 - Biblia Torres Amat 1825

4 y sobre el arca estaban los querubines gloriosos haciendo sombra al propiciatorio, de las cuales cosas no es tiempo de hablar ahora por menor.

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Biblia Reina Valera 1960

4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 En esa sala había un altar de oro para el incienso y un cofre de madera conocido como el arca del pacto, el cual estaba totalmente cubierto de oro. Dentro del arca había un recipiente de oro que contenía el maná, la vara de Aarón a la que le habían salido hojas y las tablas del pacto que eran de piedra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 donde está el altar de oro de los perfumes y el arca de la alianza enteramente cubierta de oro. El arca contenía un vaso de oro con el maná, la vara de Aarón que había florecido y las tablas de la Ley.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 que tenía un incensario de oro° y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes,° en la que estaba una urna de oro que contenía el maná,° la vara de Aarón que reverdeció,° y las tablas del pacto;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 en ella había un altar de oro para el incienso y el arca de la alianza, toda recubierta de oro, en cuyo interior se encontraba una urna de oro con el maná, la vara florecida de Aarón y las tablas de la ley.

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Hebreos 9:4
26 Referans Kwoze  

y tenajuelas, y arrejaques, y tazas, y morterillos e incensarios de finísimo oro. Los quicios de las puertas de la casa interior del lugar santísimo y de las puertas del templo eran asimismo de oro.


Y en ella he escogido el lugar para el arca , dentro de la cual está la ley, que es la alianza del Señor, hecha con nuestros padres, cuando salieron de la tierra de Egipto.


Dentro del arca no había otra cosa sino las dos tablas de piedra que había puesto en ella Moisés en Horeb, cuando el Señor hizo la alianza con los hijos de Israel, luego que salieron de la tierra de Egipto.


No había otra cosa en el arca sino las dos tablas puestas por Moisés en Horeb, cuando el Señor dio la ley a los hijos de Israel, después que salieron de Egipto.


Y el velo quedará pendiente por medio de sortijas, y estará delante del Arca del Testimonio, y servirá para separar el Santuario del lugar Santísimo.


Concluidos estos razonamientos en el monte Sinaí , dio el Señor a Moisés las dos tablas de piedra, que contenían la ley, escritas por el dedo de Dios.


Entonces Moisés bajó del monte, trayendo en su mano las dos tablas de la ley, escritas por ambas partes,


Y al bajar Moisés del monte Sinaí , traía consigo las dos tablas de la ley, mas no sabía que a causa de la conversación con el Señor, despedía su rostro rayos de luz.


Hizo además de madera de setim el altar de los perfumes, que tenía un codo en cuadro y dos de alto; de cuyas esquinas salían cuatro puntas o remates.


la mesa con sus vasos, y panes de la proposición,


y pondrás en él el arca , y extenderás el velo delante de ella;


Después tomará el incensario o badil que habrá llenado de las brasas del altar de los holocaustos, y cogiendo con la mano perfume confeccionado para incensar, entrará del velo adentro en el lugar santísimo;


Dijo entonces el Señor a Moisés: Vuelve la vara de Aarón al Tabernáculo del Testimonio, para que allí se conserve por señal de la rebeldía de los hijos de Israel, y cesen sus querellas contra mí, para que no mueran.


La vara del que yo eligiere entre ellos, florecerá; y así haré cesar las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.


y volviendo al día siguiente, halló que había florecido la vara de Aarón puesta por la tribu de Leví; de suerte que, arrojando pimpollos, brotaron flores, de las que, abiertas las hojas, se formaron almendras.


Pasados, como digo, los cuarenta días y cuarenta noches, me dio el Señor las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza,


cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas de la Alianza que hizo el Señor con vosotros, y me mantuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber.


En esto apareció un gran prodigio en el cielo, una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas.


Y el humo de los perfumes o aromas encendidos de las oraciones de los santos subió por la mano del ángel al acatamiento de Dios.


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