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Hebreos 2:2 - Biblia Torres Amat 1825

2 ¿cómo lo evitaremos nosotros, si desatendemos la buena nueva de tan gran salud? La cual habiendo comenzado el Señor a predicarla, ha sido después confirmada hasta nosotros por los que la habían oído,

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Biblia Reina Valera 1960

2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Pues el mensaje que Dios transmitió mediante los ángeles se ha mantenido siempre firme, y toda infracción de la ley y todo acto de desobediencia recibió el castigo que merecía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Miren cuán inflexible era la Ley entregada por los ángeles, pues toda falta o desobediencia recibía su castigo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Porque si la palabra hablada por medio de ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Porque, si la palabra pronunciada por medio de ángeles resultó válida, hasta el punto de que toda transgresión y desobediencia recibió su justo merecido,

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Hebreos 2:2
29 Referans Kwoze  

La carroza de Dios va acompañada de muchas docenas de millares de tropas, de millones de ángeles que hacen fiesta. En medio de ellos está el Señor, en el Sinaí , en el lugar santo.


Todavía tenían las carnes entre los dientes y no se había aún acabado semejante vianda, cuando de repente irritado el furor del Señor contra el pueblo, le castigó con una plaga sobremanera grande.


Los muertos fueron catorce mil setecientos hombres, sin contar los que perecieron en la rebelión de Coré.


Por lo cual el Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, por cuyas mordeduras y muerte de muchísimos,


y quedaron muertos veinticuatro mil hombres.


vosotros que recibisteis la ley por ministerio de ángeles, y no la habéis guardado.


Pues ¿de qué ha servido, diréis, la ley? Se puso por freno de las trasgresiones, hasta que viniese el descendiente de Abrahán, a quien se hizo la promesa, siendo dicha ley dada por mano de los ángeles, por medio del medianero Moisés.


Mas quien se ensoberbeciere, y no quisiere obedecer la determinación del sacerdote que por aquel tiempo es ministro del Señor Dios tuyo, ni al decreto del juez, ese tal será muerto; con lo que arrancarás el mal de en medio de Israel:


En el caso que se hallaren en tu país dentro de alguna de tus ciudades que Dios tu Señor te dará, hombre o mujer que cometan la maldad en presencia del Señor Dios tuyo, de quebrantar su pacto,


sacarás al hombre y a la mujer que cometieren tan enorme pecado, a la puerta de tu ciudad, y serán muertos a pedradas.


Maldito el que no persevera en la fiel observación de todas las palabras de esta ley, ni las pone por obra. Y dirá todo el pueblo: Amén.


Desfilen y empápense como lluvia los documentos míos: desciendan como el rocío mis palabras, como sobre la hierba la menuda lluvia, como llovizna sobre las dehesas.


nos ha hablado últimamente en estos días, por medio de su Hijo Jesucristo, a quien constituyó heredero universal de todas las cosas, por quien creó también los siglos y cuanto ha existido en ellos.


Pues ahora, ¿cuánto más acerbos suplicios, si lo pensáis, merecerá aquel que hollare al Hijo de Dios, y tuviese por vil e inmunda la sangre divina del Testamento, por la cual fue santificado, y ultrajare al Espíritu Santo autor de la gracia?


Porque os es necesaria la paciencia para que, haciendo la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.


Por la fe dejó Egipto, sin temer la saña del rey; porque tuvo firme confianza en el invisible como si le viera ya.


Por la fe, avisado Noé de Dios sobre cosas que aún no se veían, con santo temor fue construyendo el arca para salvación de su familia y construyéndola condenó al mundo y fue instituido heredero de la justicia, que se adquiere por la fe.


cuya voz hizo entonces temblar la tierra; pero ahora promete más, diciendo: Una vez todavía os hablaré en público; y yo conmoveré no tan sólo la tierra, sino también el cielo.


bien entendido, ante todas cosas, que ninguna profecía de la Escritura se declara por interpretación privada;


y a los ángeles, que no conservaron su primera dignidad, sino que desampararon su morada, los reservó para el juicio del gran día, en el abismo tenebroso, con cadenas eternales.


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