Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Habacuc 1:9 - Biblia Torres Amat 1825

9 Todos vendrán al botín, su presencia será como un viento abrasador, y amontonarán cautivos como arena.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »Vienen sin tregua, decididos a la violencia. Sus multitudes avanzan como el viento del desierto, barriendo cautivos a su paso como si fueran arena.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 sus jinetes galopan y vienen desde lejos, vuelan como el águila que se precipita sobre su presa. Se lanzan juntos al asalto, sin mirar más que a su presa, y amontonan los cautivos como arena.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Todos ellos vienen en son de violencia. Sus rostros están fijos hacia el viento del oriente, y recogen cautivos como arena.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Vienen todos para hacer violencia, con rostros ardientes como viento solano, amontonan cautivos como arena.

Gade chapit la Kopi




Habacuc 1:9
22 Referans Kwoze  

y fue tanta la cosecha que hubo de trigo, que igualaba a las arenas del mar y excedía a toda medida.


En aquel tiempo Hazael, rey de Siria, salió a campaña, y poniendo sitio a Get, la tomó, y enderezó su mira contra Jerusalén .


Con este tenor de vida decía yo: Moriré en paz en mi nido; y como la palma multiplicaré mis días.


Me pongo a contarlos, y veo que son más que las arenas del mar; me levanto, y me hallo todavía contigo.


Y así con esto será perdonada su iniquidad a la casa de Jacob ; y ése será todo su fruto, que sea borrado su pecado, después que Dios haya hecho que todas las piedras del altar, o templo de Jerusalén , queden como piedras de cal desmenuzadas; y que sean arrasados los bosques y templos profanos.


Yo he hecho más viudas entre ellos que arenas tiene el mar; he enviado contra ellos quien en el mismo mediodía les mate a las madres de sus hijos; he esparcido sobre las ciudades un repentino terror.


sabed que yo reuniré, y enviaré, dice el Señor, todas las familias o pueblos del Norte con Nabucodonosor, rey de Babilonia, ministro o instrumento mío, y los conduciré contra esta tierra y contra sus habitantes, y contra todas las naciones circunvecinas, y daré cabo de ellos, y los reduciré a ser el pasmo y el escarnio de todos, y a una soledad perdurable todas sus ciudades.


Pues he aquí que yo voy a dar mis órdenes, dice el Señor, y los volveré a traer contra esta ciudad, y la batirán, y se apoderarán de ella, y la incendiarán; y a las ciudades de Judá he de convertirlas en un desierto, de tal suerte que no quede en ellas ningún habitante.


En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén : Un viento abrasador sopla de la parte del desierto, en el camino que viene de Babilonia a la hija de mi pueblo, y no es viento para aventar y limpiar el grano.


Ha salido el león de su guarida, y se ha alzado el destrozador o conquistador de las gentes: se ha puesto en camino para asolar tu tierra; arruinadas serán tus ciudades, sin que quede un solo morador.


Mira, ella es cierto que está plantada; ¿pero acaso prosperará? ¿No es verdad que luego que el viento abrasador la tocare se secará y quedará árida, a pesar de todos los canales que la fecundan?


Mas ella fue arrancada con ira, y echada por tierra, y un viento abrasador secó sus frutos; se marchitaron y secaron sus robustas varas, y el fuego la devoró.


Y dirigirá sus miras a venir a ocupar todo el reino de aquél, y tratará con él como de buena fe, y le dará su hija, la más hermosa de las mujeres, para arruinarle; pero no le saldrá bien, ni ella estará a favor suyo.


Mas algún día el número de los hijos del verdadero Israel será como el de las arenas del mar, que no tienen medida ni guarismo. Y sucederá que donde se les haya dicho a ellos: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Vosotros sois hijos del Dios vivo.


Porque el infierno o sepulcro dividirá unos hermanos de otros. El Señor enviará un viento abrasador que se levantará del desierto, el cual agotará sus manantiales y secará sus fuentes. El rey arrebatará del país todos los más preciosos tesoros.


Por esto tiene tendida su red barredera, y no cesa jamás de devastar a las naciones.


Pues he aquí que yo haré venir a los caldeos, nación fiera y veloz, que recorre toda la tierra para alzarse con las posesiones ajenas.


Por otra parte Isaías exclama con respecto a Israel: Aun cuando el número de los hijos de Israel fuese igual al de las arenas del mar, sólo un pequeño residuo de ellos se salvará.


Es de advertir que los madianitas y amalecitas, y todos los pueblos orientales yacían tendidos en el valle, como una muchedumbre de langostas; y sus camellos eran sin número, como las arenas de la orilla del mar.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite