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Génesis 42:13 - Biblia Torres Amat 1825

13 Mas ellos dijeron: Somos nosotros siervos tuyos, doce hermanos, hijos de un mismo padre, en la tierra de Canaán; el más chico queda con nuestro padre, el otro ya no existe.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro no parece.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 —Señor —dijeron ellos—, en realidad somos doce en total. Nosotros, sus siervos, somos todos hermanos, hijos de un hombre que vive en la tierra de Canaán. Nuestro hermano menor quedó con nuestro padre, y uno de nuestros hermanos ya no está con nosotros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Ellos se defendieron diciéndole: 'Eramos doce hermanos, hijos de un mismo padre, que vive en Canaán. El menor se quedó con nuestro padre, y el otro ya no vive.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Ellos entonces respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón de la tierra de Canaán, y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y el otro ha desaparecido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Respondieron ellos: 'Tus siervos eran doce hermanos. Todos nosotros somos hijos de un mismo padre en la tierra de Canaán. El pequeño se halla hoy con nuestro padre, y el otro ya no existe'.

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Génesis 42:13
26 Referans Kwoze  

y rasgándose los vestidos, fue luego a sus hermanos, diciendo: El chico no aparece, ¿y a dónde iré yo ahora?


Todos somos hijos de un mismo padre: venimos en paz, ni tus siervos maquinan mal alguno.


José les respondió: No, antes muy al contrario, vosotros habéis venido a observar los lugares indefensos de este país.


Ahora me confirmo, dijo José, en lo que tengo dicho: Espías sois.


Doce hermanos fuimos hijos de un mismo padre: uno ya no existe y el más pequeño está con nuestro padre en tierra de Canaán.


Les dijo entonces su padre Jacob : Vosotros me habéis dejado sin hijos. José ya no existe; Simeón está en cadenas; y queréis aun quitarme a Benjamín; todos estos desastres han recaído sobre mí.


Pero Jacob replicó: No irá mi hijo con vosotros; su hermano murió, y ha quedado sólo éste; si le acaeciere algún desastre en el país a donde vais, precipitaréis con la pesadumbre mis canas en el sepulcro.


En esto, alzando José los ojos, vio a Benjamín, su hermano uterino, y dijo: ¿Es ése vuestro hermano el pequeño, de quien me hablasteis? E inmediatamente añadió: Dios te dé su gracia, hijo mío y te bendiga.


Mas ellos respondieron: Nos examinó aquel señor punto por punto acerca de nuestra familia, si el padre vivía, si teníamos otro hermano; y nosotros le respondimos consiguientemente según el interrogatorio que nos hizo. ¿De dónde podíamos saber que nos hubiese de decir: Traedme con vosotros a vuestro hermano?


Y nosotros, mi señor, te respondimos: Tenemos un padre anciano y un hermano más pequeño, que le nació en su vejez, cuyo hermano uterino es muerto; y éste sólo queda de su madre, por lo que le ama su padre tiernamente.


Uno salió de casa y dijisteis: Una fiera se lo ha devorado; y hasta ahora no apareció.


Y le dieron la nueva, diciendo: Vive tu hijo José; y él es el señor que manda en toda la tierra de Egipto. Oído esto, Jacob , como quien despierta de un profundo letargo, no acababa de creerles.


Porque esto dice el Señor: Se han oído más allá en lo alto voces de lamentos, de luto y de gemidos, y son de Raquel, que llora sus hijos, y no quiere admitir consuelo en orden a la muerte de ellos, visto que ya no existen.


Pecaron nuestros padres, y ya no existen; y el castigo de sus iniquidades lo llevamos nosotros.


Entretanto Herodes , viéndose burlado de los magos, se irritó sobremanera, y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en toda su comarca, de dos años abajo, conforme al tiempo de la aparición de la estrella, que había averiguado de los magos.


Hasta en Ramá se oyeron las voces, muchos lloros y alaridos: Es Raquel que llora sus hijos, sin querer consolarse porque ya no existen.


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