Génesis 39:8 - Biblia Torres Amat 1825

⁸ El cual, no queriendo de ninguna manera consentir en tal maldad, le contestó: Tú ves que mi señor, habiéndome confiado todas las cosas, no sabe lo que tiene en su casa,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Pero José se negó: —Mire —le contestó—, mi amo confía en mí y me puso a cargo de todo lo que hay en su casa.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Pero José se negó y le dijo: 'Mi señor confía tanto en mí que no se preocupa para nada de lo que pasa en la casa, y ha puesto en mis manos todo lo que tiene.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Pero él rehusó, y dijo a la mujer de su señor: Ciertamente mi señor no se preocupa de lo que hay en la casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Pero él rehusó y dijo a la mujer de su amo: 'Cuando mi señor no me pide cuenta de nada de su casa, confiando en mis manos todo cuanto posee;

Génesis 39:8 Referans Kwoze

Génesis 39:23

Ni el alcaide tenía cuenta de nada, fiándose de José en todo; porque el Señor le asistía y dirigía todas sus acciones.

Génesis 39:4

Así José halló gracia en los ojos de su amo, al cual servía con esmero; y puesto por él al frente de todo, gobernaba la casa confiada a su cuidado, y todos los bienes que se le habían entregado.

Proverbios 1:10

Hijo mío, por más que te halaguen los pecadores, no condesciendas con ellos.

Proverbios 18:24

El hombre amable en su trato será más estimado que un hermano.

Proverbios 2:10

Si entrare la sabiduría en tu corazón, y se complaciere tu alma en la ciencia,

Proverbios 22:14

La boca de la adúltera, cuando halaga, es una profunda fosa, en la cual caerá aquel que tiene merecida la ira del Señor.

Proverbios 6:29

Así el que se llega a la mujer ajena, tocándola quedará manchado.

Proverbios 7:5

Para que te defienda de la mujer extraña y de la ajena, y de sus lisonjeras palabras.