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Génesis 3:16 - Biblia Torres Amat 1825

16 Dijo asimismo a la mujer: Multiplicaré tus trabajos y miserias en tus preñeces; con dolor parirás los hijos y estarás bajo la potestad o mando de tu marido; y él te dominará.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 A la mujer le dijo: 'Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos y darás a luz a tus hijos con dolor. Siempre te hará falta un hombre, y él te dominará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces, Con dolor parirás los hijos, Y tendrás deseo de tu marido, pero él te dominará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 A la mujer le dijo: 'Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz hijos con dolor. Ansiarás a tu marido y el te dominará'.

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Génesis 3:16
30 Referans Kwoze  

¿No es cierto que si obrases bien, serás recompensado; pero si mal, el castigo del pecado estará siempre presente en tu puerta o a tu vista? Mas de cualquier modo su apetito o la concupiscencia estará a tu mandar, y tú le dominarás, si quieres.


Pero Jabes fue el más ilustre entre sus hermanos, al cual le puso su madre el nombre de Jabes, que significa dolor, diciendo: Le he tenido con dolor.


Y que se haga saber esto por todas las provincias de su vastísimo imperio, a fin de que todas las mujeres, así de los grandes como de los pequeños, tributen el debido honor a sus maridos.


y poseídos de terror. Se apoderaron de ellos dolores como de parto.


Mirad que va a llegar el día del Señor, día horroroso y lleno de indignación, y de ira, y de furor, para convertir en un desierto la tierra, y borrar de ella a los pecadores.


El corazón se me derrite, me quedó pasmado de horror. Babilonia, mi querida Babilonia, es para mí un objeto de asombro.


Verá el fruto de los afanes de su alma, y quedará saciado. Este mismo Justo, mi siervo, dice el Señor, justificará a muchos con su doctrina o predicación; y cargará sobre sí los pecados de ellos.


¿Qué dirás cuando Dios te llame a tomar cuentas puesto que tú amaestraste contra ti a los enemigos, y los instruiste para tu perdición. ¡Cómo no te han de asaltar dolores, semejantes a los de una mujer que está de parto!


¡Oh tú que pones tu asiento sobre el Líbano, y anidas en sus altos cedros: ¡cuáles serán tus ayes cuando te acometan dolores semejantes a los de mujer que está de parto!


Porque he oído gritos como de mujer que está de parto, ansias y congojas como de primeriza; la voz de la hija de Sión moribunda que extiende sus manos, y dice: ¡Ay de mí!, que me abandona mi alma al ver la mortandad de mis hijos.


Damasco está azorada; ha echado a huir; ella está temblando toda; oprimida se halla de congojas y dolores, como la mujer que está de parto.


Oído hemos su fama, dicen los judíos, y se nos han caído los brazos; nos ha sorprendido la tribulación, y dolores como de mujer que está de parto.


Si hiciere voto y se obligare con juramento a mortificar su alma con el ayuno o con la abstinencia de otras cosas, quedará al arbitrio del marido el que lo haga o no lo haga.


La mujer en los dolores del parto está poseída de tristeza, porque le vino su hora; mas una vez que ha dado a luz un infante, ya no se acuerda de su angustia, con el gozo que tiene de haber dado un hombre al mundo.


Mas quiero también que sepáis que Cristo es el jefe y la cabeza de todo hombre, como el hombre es cabeza de la mujer, y Dios lo es de Cristo .


Las mujeres callen en las iglesias, porque no les es permitido hablar allí, sino que deben estar sumisas, como lo dice también la ley.


Porque la mujer casada no es dueña de su cuerpo, sino que lo es el marido. Y así mismo el marido no es dueño de su cuerpo, sino que lo es la mujer.


Mujeres, estad sujetas a los maridos, como es debido, en lo que es según el Señor.


Mas vosotros, hermanos, no vivís en las tinieblas del pecado, para que os sorprenda como ladrón aquel día;


y además Adán no fue engañado, mas la mujer, engañada por la serpiente, fue causa de la prevaricación del hombre.


Es una verdad muy cierta, que quien desea obispado desea un buen trabajo, o un ministerio santo.


Exhorta del mismo modo a los jóvenes a que sean sobrios.


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