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Génesis 18:6 - Biblia Torres Amat 1825

6 Abrahán entró corriendo en el pabellón de Sara, y le dijo: Ve pronto, amasa tres satos o celemines de harina de flor, y cuece unos panes en el rescoldo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces Abraham volvió corriendo a la carpa y le dijo a Sara: «¡Apresúrate! Toma tres medidas abundantes de la mejor harina que tengas, amásala y hornea pan».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Abrahán fue rápidamente a la tienda, donde estaba Sara, y le dijo: '¡De prisa, tres medidas de harina! amásala y haz unas tortas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Abraham se apresuró a entrar en la tienda de Sara, y dijo: ¡Toma pronto tres medidas de flor de harina, amásalas y haz tortas!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Fue Abrahán corriendo a la tienda donde estaba Sara, y le dijo: 'Date prisa. Toma tres medidas de flor de harina, amásalas y cuece unos panes'.

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Génesis 18:6
15 Referans Kwoze  

Y os pondré un bocado de pan, para que reparéis vuestras fuerzas: después pasaréis adelante: pues que tal vez por esto os habéis dirigido hacia vuestro siervo. Ellos respondieron: Bien, haz como has dicho.


Y él mismo fue corriendo a la vacada, y cogió de ella el ternerillo más tierno y gordo, y le dio a un criado: que luego le tuvo aderezado.


A puras instancias en fin los obligó a que se encaminasen a su casa; y entrados que fueron en ella, les dispuso un banquete, y coció panes sin levadura, y cenaron.


Se puso, pues, Amnón en cama, y empezó a fingirse enfermo; y habiendo venido el rey a visitarlo, le dijo Amnón: Te ruego que venga a verme mi hermana Tamar, y que a presencia mía me haga un par de hojuelas, que coma yo de su mano.


Resuelto estoy, y nadie me arredrará de cumplir tus preceptos.


Mujeres opulentas, levantaos y escuchad mi voz; hijas que confiáis en las riquezas, prestad oídos a mis palabras.


Y añadió esta otra parábola: El reino de los cielos es semejante a la levadura, que cogió una mujer y la mezcló con tres satos o celemines de harina, hasta que toda la masa quedó fermentada.


Habiendo, pues, sido bautizada ella y su familia, nos hizo esta súplica: Si es que me tenéis por fiel al Señor, venid, y hospedaos en mi casa. Y nos obligó a ello.


caritativos para aliviar las necesidades de los santos, o fieles; prontos a ejercer la hospitalidad.


Porque vosotros, hermanos míos, sois llamados a un estado de libertad; cuidad solamente que esta libertad no os sirva de ocasión para vivir según la carne; pero sed siervos unos de otros por un amor espiritual,


Acordaos de los presos, como si estuvierais con ellos en la cárcel; y de los afligidos, como que también vosotros vivís en cuerpo, sujetos a miserias.


Comunique cada cual al prójimo la gracia o don, según la recibió como buenos dispensadores de los dones de Dios, los cuales son de muchas maneras.


Con esto Gedeón fue a su casa, y cosió un cabrito, y panes ázimos, que hizo de una medida de harina; y poniendo la carne en un canasto; y echando en una olla el caldo de la carne, lo llevo todo debajo de la encina, y se lo presentó.


Tenía la mujer en casa un ternero cebado, y fue corriendo y lo mató; y tomando harina, la amasó, y coció unos panes sin levadura;


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