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Génesis 18:21 - Biblia Torres Amat 1825

21 Quiero ir a ver si sus obras igualan al clamor que ha llegado a mis oídos, para saber si es así o no.

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Biblia Reina Valera 1960

21 descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Bajaré para ver si sus acciones son tan perversas como he oído. Si no es así, quiero saberlo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Voy a visitarlos, y comprobaré si han actuado según esas quejas que han llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 descenderé ahora y veré si en todo° han obrado según el clamor que llega hasta mí, y si no, lo sabré.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Voy a bajar para ver si el clamor que he oído está justificado y, si no, lo averiguaré'.

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Génesis 18:21
23 Referans Kwoze  

Y descendió el Señor a ver la ciudad y la torre, que edificaban los hijos de Adán,


Ea, pues, descendamos, y confundamos allí mismo su lengua, de manera que el uno no entienda el habla del otro.


Y dijo el Señor: ¿Cómo es posible que yo encubra a Abrahán lo que voy a ejecutar,


Viendo, pues, Dios que la tierra estaba corrompida (por cuanto lo estaba la conducta de vida de todos los mortales sobre la tierra),


No hay tinieblas, no hay sombras de muerte, que basten para ocultar a los que obran la iniquidad.


El Señor echó desde el cielo una mirada sobre los hijos de los hombres, para ver si había uno que tuviese juicio, o que buscase a Dios.


Has colocado nuestras maldades delante de tus ojos, y nuestra conducta al resplandor de tu semblante.


Y conociendo cuánto padece, he bajado a librarle de las manos de los egipcios, y hacerle pasar por aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del ferezeo, y del heveo y del jebuseo.


Pues dijo el Señor a Moisés: Di a los hijos de Israel: Eres pueblo de dura cerviz; si yo llego una vez a aparecer en medio de ti, te exterminaré. Ahora bien, quítate tus atavíos para ver qué tengo de hacer contigo.


El pecado de Judá está escrito con punzón de hierro, y grabado con punta de diamante sobre la tabla de su corazón y en los lados de sus sacrílegos altares.


Yo el Señor soy el que escudriña los corazones, y el que examina los afectos de ellos, y doy a cada uno la paga según su proceder y conforme al mérito de sus obras.


Anda y ve luego a Nínive, ciudad grande y predica en ella, porque el clamor de sus maldades ha subido hasta mi presencia.


Porque he aquí que el Señor va a salir de su morada y descendiendo de su trono hollará las grandezas de la tierra.


Y entonces será cuando yo iré con una antorcha en la mano registrando a Jerusalén , e iré buscando a los hombres sumidos en sus inmundicias, los cuales están diciendo en su corazón: El Señor no hace bien, ni hace mal a nadie.


Mas Jesús les dijo: Vosotros os vendéis por justos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que parece sublime a los ojos humanos, a los de Dios es abominable.


Pues he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad de aquel que me ha enviado.


¿Y por qué? ¿Será porque no os amo? Dios lo sabe, y ve mi intenso amor.


no escucharás las palabras de aquel profeta o forjador de sueños; porque el Señor Dios vuestro os prueba para que se haga patente si le amáis o no con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.


Y acuérdate de todos los caminos por donde te ha conducido el Señor Dios tuyo en el desierto por espacio de cuarenta años, con el fin de atribularte y probarte, para que se descubriesen las intenciones de tu ánimo, si estabas o no en guardar sus mandamientos.


Después, nosotros los vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados con ellos sobre nubes al encuentro de Cristo en el aire, y así estaremos con el Señor eternamente.


Teniendo, pues, por sumo sacerdote a Jesús , Hijo de Dios, que penetró hasta lo más alto del cielo, y nos abrió sus puertas, estemos firmes en la fe que hemos profesado.


El muy fuerte Señor Dios, Dios el Señor fortísimo sabe muy bien nuestra intención; y también Israel podrá conocerla: si es que con ánimo de apostatar hemos levantado este altar, no nos ampare el Señor, antes nos castigue al momento;


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