como también los primerizos de nuestros hijos y de nuestros ganados, conforme está escrito en la ley, y los primerizos de nuestros bueyes, y de nuestras ovejas, para ofrecer todas estas cosas en la casa de nuestro Dios a los sacerdotes que están ejerciendo sus funciones en el templo de Dios nuestro.
y comeréis de estos diezmos tanto vosotros como vuestras familias en todos los lugares en que habitareis, por ser una recompensa del servicio que hacéis en el Tabernáculo del Testimonio.
ni alforja para el viaje, ni más de una túnica y un calzado, ni tampoco palo u otra arma para defenderos; porque el que trabaja merece que lo sustenten.
Así les ha parecido, y a la verdad obligación les tienen. Porque si los gentiles han sido hechos participantes de los bienes espirituales de los judíos, deben también aquéllos hacer participar a éstos de sus bienes temporales.
Porque vendrá tiempo en que los hombres no podrán sufrir la sana doctrina, sino que, teniendo una comezón extremada de oír doctrinas que lisonjeen sus pasiones, recurrirán a un montón de doctores propios para satisfacer sus desordenados deseos,