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Éxodo 3:20 - Biblia Torres Amat 1825

20 Por eso extenderé yo mi brazo, y heriré a los pueblos de Egipto con toda suerte de prodigios que haré en medio de ellos; después de lo cual os dejará partir.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Así que levantaré mi mano y heriré a los egipcios con todo tipo de milagros que realizaré entre ellos. Entonces, al fin, el faraón los dejará ir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Por esto yo extenderé mi mano y azotaré a Egipto con toda clase de males extraordinarios, de manera que él mismo los echará fuera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Extenderé entonces mi mano, y haré que Egipto sea golpeado con todos mis prodigios que haré en medio de él, y después de esto, os dejará ir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Pero yo extenderé mi mano: heriré a Egipto con toda suerte de prodigios que yo haré en medio de ellos, y entonces os dejará salir.

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Éxodo 3:20
30 Referans Kwoze  

Más a la nación, a quien han de servir, yo la juzgaré; y después de esto saldrán cargados de riquezas.


y obraste milagros y portentos contra el faraón, y contra todos sus criados, y contra todo el pueblo de aquella tierra, porque sabías que ellos nos habían tratado con soberbia, e insolencia y te ganaste el nombre de Dios grande, que conservas hoy.


Les dio poderes para hacer milagros y obrar prodigios en la tierra de Cam.


Se alegró Egipto con la salida de ellos, por causa del gran temor que le causaban.


tantas maravillas en la tierra de Cam, cosas tan terribles en el mar Rojo.


Había antes el Señor dicho a Moisés: Todavía heriré al faraón y a Egipto, con una plaga, y después os despedirá y os obligará a que salgáis.


Y cocieron la harina que acababan de transportar amasada de Egipto, e hicieron panes ázimos, cocidos al rescoldo, porque no habían podido echarles levadura, por la prisa que les metían los egipcios para que saliesen, no permitiéndoles ninguna dilación: ni habían podido pensar en disponer comida alguna para el viaje.


Acordaos, dijo Moisés al pueblo, acordaos de este día en que habéis salido de Egipto y de la casa de vuestra esclavitud: cómo el Señor os ha sacado con mano fuerte de este lugar; por cuya razón no comeréis en semejante día pan con levadura.


Y será como una señal en tu mano, y como un recuerdo delante de tus ojos, a fin de que la ley del Señor esté siempre en tu boca; por cuanto con brazo fuerte te sacó de Egipto el Señor.


¿Quién hay entre los fuertes a ti semejante, oh Señor? ¿Quién hay semejante a ti, tan grande en santidad, terrible y digno de alabanza, y obrador de prodigios?


Tu diestra, ¡oh Señor!, ha demostrado su soberana fortaleza: Tu diestra, ¡oh Señor!, es la que ha herido al enemigo de tu pueblo.


Le dijo asimismo el Señor cuando volvía a Egipto: Mira que hagas delante del faraón todos los portentos para los cuales te he dado poder. Yo endureceré su corazón, y no dejará partir a mi pueblo.


Ahora verás, respondió el Señor a Moisés, lo que voy a hacer con el faraón. Porque obligado del poder de mi brazo dejará salir a los israelitas, y la robusta mano mía hará que él mismo los eche de su tierra.


Por tanto, diles de mi parte a los hijos de Israel: Yo soy el Señor, que os sacaré del yugo de los egipcios, que os libraré de la esclavitud, y os rescataré, descargando mi brazo levantado terribles golpes contra ellos.


Pues esta vez, extendiendo mi mano te castigaré a ti y a tu pueblo con mortal pestilencia, y serás exterminado de la tierra.


Aquel día estará libre el paso de Egipto a Asiria, y entrará el asirio en Egipto, y el egipcio en la Asiria, e irán de acuerdo y servirán al Señor los de Egipto con el asirio.


A nosotros, Señor, nos darás la paz, porque todas nuestras obras tú nos las hiciste por medio de nosotros.


Yo os juro, dice el Señor, que dominaré sobre vosotros con mano pesada y con brazo extendido, derramando todo mi furor.


Sí, dice el Señor. Yo te haré ver prodigios, como cuando saliste de la tierra de Egipto.


Este mismo los libertó, haciendo prodigios y milagros en la tierra de Egipto, y en el Mar Rojo, y en el desierto por espacio de cuarenta años.


si vino Dios de propósito para entresacar para sí un pueblo de en medio de las naciones, con pruebas, señales y portentos peleando con mano fuerte, y brazo extendido, y con visiones espantosas, como son todas las cosas que hizo por vosotros el Señor Dios vuestro en Egipto a vista de tus ojos;


haciendo a nuestra vista maravillas y prodigios grandes y terribles contra el faraón y contra toda su corte,


Y el Señor les envió un profeta, el cual les habló de esta manera: Esto dice el Señor Dios de Israel: Yo soy el que os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de la esclavitud,


Cogió, pues, a los ancianos de la ciudad y destrozó y desmenuzó sus cuerpos con espinas y abrojos del desierto.


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