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Éxodo 22:28 - Biblia Torres Amat 1825

28 No hablarás mal de los jueces ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

28 No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 »No deshonres a Dios ni insultes a ninguno de tus gobernantes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 No tardarás en ofrecerme mi parte de tus frutos y de tu cosecha. Me darás el primogénito de tus hijos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 No retrasás la ofrenda de la abundancia de tu era y de tu lagar. Me entregarás el primogénito de tus hijos.

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Éxodo 22:28
28 Referans Kwoze  

Llegó, pues, el rey David hasta Bahurim; y he aquí que salía de esta ciudad un hombre de la parentela de Saúl, llamado Semei, hijo de Gera; el cual lo seguía de cerca, echándole maldiciones.


Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: Y ¿por qué ese perro muerto ha de estar maldiciendo al rey mi señor? Iré y le cortaré la cabeza.


A lo que respondiendo Abisai, hijo de Sarvia, dijo: ¿Cómo? ¿Y por estas palabras se ha de escapar de la muerte Semei, habiendo maldecido al ungido del Señor?


y sobornad a dos hombres, hijos de Belial, que digan contra él este falso testimonio: Ha blasfemado contra Dios y contra el rey. Después sacadle fuera, y apedreadle hasta que muera.


Te alabaré, Señor, con todo mi corazón; porque oíste las peticiones de mi boca. En presencia de los ángeles te cantaré himnos.


En vista de esto, orará a ti todo hombre santo en el tiempo oportuno. Y ciertamente que en la inundación de copiosas aguas no llegarán éstas a él.


separarás para el Señor todos los primogénitos, y todos los primerizos de tus ganados; todo lo que tuvieres de sexo masculino, lo consagrarás al Señor.


Conságrame todo primogénito que abre el vientre de su madre, entre los hijos de Israel, tanto de hombre como de animales; porque míos son todos.


El que maldijere a su padre o madre, sea sin remisión castigado de muerte.


La otra solemnidad será en la siega de los frutos primerizos de tus labores, de todo aquello que hubieses sembrado en el campo. La tercera solemnidad en la recolección de todos los frutos del campo, al fin del año.


Ofrecerás en la casa del Señor Dios tuyo las primicias de los frutos de tu tierra. No cocerás el cabrito o cordero en la leche de su madre.


Tú no murmures al rey, ni aun por pensamiento, ni hables mal del rico en el interior de tu gabinete: porque las mismas aves del cielo llevarán tus palabras, y los pájaros publicarán cuanto has dicho.


Y habiendo blasfemado y maldecido el nombre santo, fue conducido a Moisés. (Llamábase la madre Solomit, hija de Dabri, de la tribu de Dan).


Y dirás a los hijos de Israel: El hombre que maldijere a su Dios, pagará la pena de su pecado:


Muera irremisiblemente el que blasfemare el nombre del Señor; acabará con él a pedradas todo el pueblo, ora sea ciudadano o bien extranjero. Quien blasfemare el nombre del Señor, muera sin remedio.


Entonces le dijo Pablo: Herirte ha Dios a ti, pared blanqueada. ¿Tú estás sentado para juzgarme según la ley, y contra la ley mandas herirme?


A esto respondió Pablo: Hermanos, no sabía que fuese el príncipe de los sacerdotes. Porque realmente escrito está: No maldecirás al príncipe de tu pueblo.


Vosotros los siervos estad sumisos con todo temor y respeto a los amos, no tan sólo a los buenos y apacibles, sino también a los de recia condición.


como quiera que los ángeles mismos con ser tanto mayores en fuerza y poder, no condenan con palabras de execración, ni maldición, a los de su especie;


Cuando el arcángel Miguel disputando con el diablo altercaba sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir contra él sentencia de maldición, sino que le dijo solamente: Te reprima el Señor.


Hoy ves con tus mismos ojos que el Señor te ha puesto en mis manos en la cueva; me asaltó o me propusieron el pensamiento de matarte; pero me he abstenido de hacerlo, porque dije entre mí: No levantaré yo mi mano contra mi señor; por cuanto es el ungido del Señor.


y dijo a sus compañeros: No permita el Señor que jamás haga yo tal cosa contra mi señor, contra el ungido del Señor, de extender mi mano contra él, siendo como es el ungido del Señor.


Mas David dijo a Abisai: De ningún modo lo mates; porque, ¿quién podrá alzar, sin pecado, su mano contra el ungido del Señor?


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