2 «Dedícame a todos los primeros hijos varones del pueblo de Israel. Todo primer nacido, tanto de los seres humanos como de los animales, me pertenece».
como también los primerizos de nuestros hijos y de nuestros ganados, conforme está escrito en la ley, y los primerizos de nuestros bueyes, y de nuestras ovejas, para ofrecer todas estas cosas en la casa de nuestro Dios a los sacerdotes que están ejerciendo sus funciones en el templo de Dios nuestro.
Y que traeríamos a los sacerdotes para el tesoro de la casa de nuestro Dios las primicias de nuestros alimentos, y de nuestros licores, y de las frutas de todo árbol, y de la vendimia, y del aceite; y el diezmo de nuestras tierras a los levitas. Los mismos levitas recibirán en todas las ciudades el diezmo de nuestras labores.
Y tomaste tus hijos e hijas, que habías engendrado para mí, y se los sacrificaste para que fuesen devorados del fuego. ¿Y te parece poca cosa tu prostitución?
Si el animal es inmundo, el que le ofreció le rescatará según valuación que tú hagas, añadiendo un quinto al precio. Si no quiere rescatarle, se venderá a otro en lo que tú le hubieres valuado.
Todos los primogénitos de cualquier especie que se ofrecen al Señor, sean de hombres o sean de animales, pertenecerán a ti; con esta sola diferencia, que por el primogénito de hombre recibirás el rescate, y harás que sea redimido todo animal inmundo.
Yo he tomado a los levitas de mano de los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos que nacen entre los hijos de Israel, y así los levitas serán míos,
ya que míos son todos los primogénitos. Desde que herí a los primogénitos en la tierra de Egipto, consagré para mí todo lo primero que nace en Israel, así de hombres como de animales: son míos. Yo el Señor.
Consagrarás al Señor Dios tuyo todos los primerizos machos que nacieren de tus vacas y ovejas. No pondrás al trabajo al primerizo de la vaca, ni esquilarás los primerizos de las ovejas.