12 separarás para el Señor todos los primogénitos, y todos los primerizos de tus ganados; todo lo que tuvieres de sexo masculino, lo consagrarás al Señor.
como también los primerizos de nuestros hijos y de nuestros ganados, conforme está escrito en la ley, y los primerizos de nuestros bueyes, y de nuestras ovejas, para ofrecer todas estas cosas en la casa de nuestro Dios a los sacerdotes que están ejerciendo sus funciones en el templo de Dios nuestro.
Y que traeríamos a los sacerdotes para el tesoro de la casa de nuestro Dios las primicias de nuestros alimentos, y de nuestros licores, y de las frutas de todo árbol, y de la vendimia, y del aceite; y el diezmo de nuestras tierras a los levitas. Los mismos levitas recibirán en todas las ciudades el diezmo de nuestras labores.
El primerizo del asno le rescatarás con una oveja; en caso de que no dieres el rescate, será muerto. Los primogénitos de tus hijos los redimirás; no comparecerás en mi presencia con las manos vacías.
Y tomaste tus hijos e hijas, que habías engendrado para mí, y se los sacrificaste para que fuesen devorados del fuego. ¿Y te parece poca cosa tu prostitución?
De los sacerdotes serán también las primicias u ofrenda de todo lo primerizo, y las libaciones todas de cuanto se ofrece, y a los sacerdotes daréis las primicias de vuestros manjares, para que esto atraiga la bendición sobre vuestras casas.
Si el animal es inmundo, el que le ofreció le rescatará según valuación que tú hagas, añadiendo un quinto al precio. Si no quiere rescatarle, se venderá a otro en lo que tú le hubieres valuado.
Todos los primogénitos de cualquier especie que se ofrecen al Señor, sean de hombres o sean de animales, pertenecerán a ti; con esta sola diferencia, que por el primogénito de hombre recibirás el rescate, y harás que sea redimido todo animal inmundo.
Yo he tomado a los levitas de mano de los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos que nacen entre los hijos de Israel, y así los levitas serán míos,
ya que míos son todos los primogénitos. Desde que herí a los primogénitos en la tierra de Egipto, consagré para mí todo lo primero que nace en Israel, así de hombres como de animales: son míos. Yo el Señor.
Porque míos son todos los primogénitos de los hijos de Israel, tanto de hombres como de bestias. Desde aquel día que herí a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, los consagraré para mí,
Consagrarás al Señor Dios tuyo todos los primerizos machos que nacieren de tus vacas y ovejas. No pondrás al trabajo al primerizo de la vaca, ni esquilarás los primerizos de las ovejas.