19 Mas los judíos que moraban en villas sin muros y en aldeas, señalaron el día catorce del mes de Adar para los convites y alegrías; de modo que hacen en él gran fiesta, y se regalan recíprocamente platos de viandas y manjares.
19 Por tanto, los judíos aldeanos que habitan en las villas sin muro hacen a los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete, un día de regocijo, y para enviar porciones cada uno a su vecino.
19 De manera que, hasta el día de hoy, los judíos del campo que viven en aldeas remotas celebran un día feriado anualmente en el día señalado a fines del invierno, en el cual se alegran y se mandan regalos de comida unos a otros.
19 A eso se debe que los judíos que viven en el campo o en ciudades no fortificadas, dediquen el día catorce del mes de Adar a un día de esparcimiento, de banquetes y de fiesta; cada cual envía regalos a su vecino, para esa ocasión.
19 Por eso los judíos aldeanos que habitan en las ciudades abiertas° hacen del día catorce del mes de Adar día de regocijo y convite, y día de festividad y en que se envían regalos° unos a otros.
19 Por eso, los judíos que habitan en lugares abiertos, los que residen en ciudades no fortificadas, hacen del día catorce del mes de Adar día de regocijo, de banquete y de fiesta, y se envían regalos los unos a los otros.
Asimismo en todos los pueblos, en las ciudades y provincias, doquiera que llegaban las órdenes del rey, se recibían con extraordinaria alegría, y había banquetes, y convites, y fiestas; en tanto grado, que muchos de otras naciones y sectas abrazaban la religión y ceremonias de los judíos. Tan grande era el terror que había infundido a todos el nombre judaico.
Cuidó, pues, Mardoqueo de escribir todas esas cosas en una carta o libro, que envió a los judíos que habitaban en todas las provincias del rey, así vecinas como remotas,
por cuanto en tales días los judíos tomaron venganza de sus enemigos, y el llanto y tristeza se les convirtieron en júbilo y alegría; y así estos días eran días de banquetes y regocijos, en que debían enviarse mutuamente parte de los manjares, y regalar algo a los pobres.
y le dijo: Corre, habla a ese joven, y dile: Sin muros será habitada Jerusalén a causa de la multitud de personas y de animales que contendrá en su recinto.
Si viniere a quedar pobre alguno de tus hermanos, que moran dentro de tus ciudades, en la tierra que tu Señor Dios te ha de dar, no endurezcas tu corazón, ni cierres para con él tu mano,
y en su presencia celebrarás banquetes, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita que reside en tu ciudad, el extranjero y el huérfano, y la viuda que mora entre vosotros: todo en el lugar que tu Señor Dios señale para establecer allí su culto o Tabernáculo:
y en esta festividad celebrarás banquetes tú, tu hijo e hija, tu esclavo y esclava, como también el levita y el extranjero, el huérfano y la viuda que viven dentro de tus ciudades.
Las ciudades todas estaban guarnecidas de muros altísimos, y con puertas, y trancas o rastrillos; sin contar los innumerables pueblos que no tenían murallas.
Pero al cabo de tres días y medio entró en ellos por virtud de Dios el espíritu de vida. Y se alzaron sobre sus pies, con lo que un terror grande sobrecogió a los que los vieron.
Infórmate de tus criados, y te lo dirán. Por tanto hallen ahora gracia en tus ojos estos siervos tuyos, ya que venimos en tan alegre día; y danos a tus siervos y a David, tu hijo, lo que cómodamente pudieres.