Ester 2:16 - Biblia Torres Amat 182516 Fue, pues, conducida a la cámara del rey Asuero, el mes décimo, llamado Tebet, el séptimo año de su reinado. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196016 Fue, pues, Ester llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente16 Llevaron a Ester ante el rey Jerjes, en el palacio real, a comienzos del invierno del séptimo año de su reinado. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)16 La llevaron donde el rey Asuero, en el palacio real, el décimo mes, esto es Tebet, del séptimo año de su reinado. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion16 Así pues, Ester fue llevada al rey Asuero, a su palacio real, en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197516 Ester fue presentada al rey Asuero, en el palacio real, el décimo mes, que es el mes de tébet, del año séptimo de su reinado. Gade chapit la |
Pasado, pues, un cierto tiempo, se acercaba ya el día en que debía ser presentada al rey Ester, hija de Abihail, hermano de Mardoqueo, quien se la había prohijado. No pidió Ester adornos mujeriles, sino que el eunuco Egeo, a cuyo cuidado estaban las doncellas, le dio para adornarse lo que él quiso. Porque era de extremada hermosura e increíble belleza, y así parecía graciosa y amable a los ojos de todos.
enviando por todas las provincias personas que escojan doncellas vírgenes y de buen parecer, y las traigan a la ciudad de Susán, al palacio de las mujeres, entregándolas al cuidado del eunuco Egeo, superintendente y guarda de las mujeres del rey, y déseles allí cuanto sea necesario para su ornato mujeril y lo demás que hubiere menester,
Con esto, llamados los secretarios y escribientes del rey, corriendo el mes tercero, llamado Sibán, el día veintitrés, fueron escritas las cartas del modo que quiso Mardoqueo, a los judíos, y a los príncipes, y a los gobernadores, y jueces que mandaban en las ciento veintisiete provincias, desde la India hasta la Etiopía; provincia por provincia, pueblo por pueblo, según sus lenguas y alfabetos, como también a los judíos, para que todo el mundo pudiese leerlas y entenderlas.