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Esdras 9:15 - Biblia Torres Amat 1825

15 Justo eres tú, oh Señor Dios de Israel; nosotros hemos quedado para que seamos salvados por ti, como se ve este día. Aquí estamos delante de ti con nuestro delito, para que lo perdones; porque no se puede sostener o excusar en tu presencia tal atentado.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Oh Jehová Dios de Israel, tú eres justo, puesto que hemos quedado un remanente que ha escapado, como en este día. Henos aquí delante de ti en nuestros delitos; porque no es posible estar en tu presencia a causa de esto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Oh Señor, Dios de Israel, tú eres justo. Nos acercamos a ti con nuestra culpa, sin ser más que un remanente que ha escapado, aunque en semejante condición ninguno de nosotros puede estar en tu presencia».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Yavé, Dios de Israel, es un hecho que eres justo, pues nos has dejado un resto, unos sobrevivientes. Aquí estamos pues ante ti con nuestro pecado; pero, ¿cómo permanecer así en tu presencia?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¡Oh YHVH, Dios de Israel! Tú eres justo, porque nos ha quedado un remanente hasta este día. He aquí estamos ante ti con nuestra culpa, porque nadie puede estar en pie delante de ti a causa de esto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 ¡Oh Yahveh, Dios de nuestros padres! Tú eres bueno, pues has hecho que quedáramos un resto de rescatados como éste que está aquí. Henos aquí ante ti con nuestras culpas, aunque no podemos mantenernos así en tu presencia'.

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Esdras 9:15
26 Referans Kwoze  

Y todos los demás que se quedaren, dondequiera que habiten, ayúdenle desde el lugar de su residencia con plata y oro, y otras cosas, y con ganados, además de lo que voluntariamente ofrezcan al templo de Dios, que está en Jerusalén .


diciendo: Oh Dios mío, estoy lleno de confusión y me avergüenzo de levantar hacia ti mi rostro, porque nuestras maldades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han subido hasta el cielo


y hallaste fiel su corazón en tu presencia y pactaste con él que le darías la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, y del ferezeo, y del jebuseo, y del gergeseo, entregándosela a sus descendientes; y cumpliste tu palabra, pues eres justo.


Misericordioso es el Señor y justo; compasivo es nuestro Señor.


Justo eres, oh Señor, y rectos son tus juicios.


Si te pones a examinar, Señor, nuestras maldades, ¿quién podrá subsistir, ¡oh Señor!, en tu presencia?


Mas no quieres entrar en juicio con tu siervo; porque ningún viviente puede aparecer justo en tu presencia.


Terrible eres tú, ¡oh Señor!, ¿y quién podrá resistirte a ti desde el momento de tu ira?


Verdaderamente, Señor, conozco que tú eres justo, aunque yo ose pedirte la razón de algunas cosas. A pesar de eso yo te diré una queja mía al parecer justa: ¿por qué motivo a los impíos todo les sale prósperamente, y lo pasan bien todos los que prevarican y obran mal?


Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: Vosotros habéis hablado y dicho con razón: Están ya sobre vosotros los castigos de nuestras maldades y pecados, y por ellas nos vamos consumiendo: ¿Cómo, pues, podremos aún conservar la vida?


Se salvarán de ella aquellos que huyeren; y se irán a los montes como las palomas de los valles, todos temblando de miedo, cada uno por causa de su maldad.


Y no se descuidó el Señor de enviar el castigo, y le descargó sobre nosotros, justo es el Señor Dios nuestro en todas las obras que él hace; pues nosotros no quisimos escuchar su voz.


hasta que confiesen sus maldades y las de sus mayores, con que prevaricaron y se rebelaron contra mí.


Por donde yo también iré contra ellos y los arrojaré a país enemigo, hasta tanto que su corazón incircunciso se confunda y avergüence; entonces será cuando pedirán perdón de sus impiedades.


Les dijo Jesús en otra ocasión: Yo me voy, y vosotros me buscaréis, y vendréis a morir en vuestro pecado. Adonde yo voy, no podéis venir vosotros.


Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados; porque si no creyereis ser yo lo que soy, moriréis en vuestro pecado.


Porque no conociendo la justicia que viene de Dios, y esforzándose a establecer la suya propia, no se han sujetado a Dios para recibir de él esta justicia.


Pero sabemos que cuantas cosas dice la ley, todas las dirige a los que profesan la ley a fin de que toda boca enmudezca, y todo el mundo, así judíos como gentiles, se reconozca reo delante de Dios;


Y si Cristo no resucitó, vana es vuestra fe, pues todavía estáis en vuestros pecados.


los cuales fueron a los hijos de Rubén, y de Gad, y a los de la media tribu de Manasés en la tierra de Galaad, y les dijeron:


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